El escritor y ciudadano inglés, nacido en La India, Eric Arthur Blair, fue conocido por el seudónimo de George Orwell y considerado el segundo escritor británico de relevancia. Dos de sus libros tienen plena vigencia.
En primer lugar, “Rebelión en la granja”(en inglés “Animal Farm”), fue publicada en 1945 y es una breve fábula donde se satiriza al régimen Stalinista y se destaca el carácter erosivo del “sumo poder” que deviene en corrupción y finaliza con el alzamiento de los oprimidos contra el tirano.
En segundo lugar, “1984”,obra publicada en 1949, describe un mundo futurista (para ese entonces) donde la sociedad se encontraba tiranizada y controlada en todo momento y todo lugar por el ojo del Gran Hermano, cuyo poder inquisidor, limitaba las libertades individuales de pensamiento y expresión y castigaba todo aquello que se apartase de su mandato. Iconos como el “Ministerio de la verdad”, métodos como “afirmaciones forzadas” o un clima paralizante de “temor y sospechas”, son componentes de la novela que recurrentemente se repiten en la historia y hacen que se renueve periódicamente el recuerdo de esta gran obra.
Volviendo a 2021, podríamos decir que el tándem de la vigencia de ambos libros aplica, pero con una cronología inversa.
Mas allá de los detalles técnicos de los componentes de las vacunas contra el Covid, sus mecanismos de acción, eficacia y complicaciones, todo lo cual dará pie a otra columna, creo que el contexto y las características con que se van desarrollando los hechos “Pandémicos”, una vez mas, nos trae a la memoria ambos libros.
¿Existe aun el poder soberano de un país?, o este poder individual ha quedado superado por un poder Corporativo que lo subordina.
¿No llama la atención que países centrales, considerados como grandes potencias como EEUU, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, hoy tengan un común denominador que es la imposición de un pensamiento único respecto del tratamiento del tema “Pandemia – Covid – Vacunas” ?, más allá del interés por el eventual beneficio de la salud de sus ciudadanos.
Recientemente la Food and Drug Administration (FDA), acaba de “aprobar” un medicamente para el tratamiento del Alzheimer (Adulhelm) cuyo costo es de mas de U$S 56.000 al año y cuya eficacia fue cuestionada desde el inicio por toda la comunidad científica que la evaluó.
¿Se puede seguir creyendo en entidades que actúan de esta manera?
La Organización mundial de la Salud(OMS)debió corregir en enero 2021, las directivas para el uso y aplicación del Test de la PCR para la detección de los casos de Covid, luego de ser alertada por un grupo de investigadores sobre el exceso de falsos positivos para Covid que se generaban cuando se la utilizaba con los niveles de amplificación con los que se la venía aplicando hasta ese momento. Por lo tanto, durante los 12 primeros meses de declarada la Pandemia en 2020, la aparición de “Casos Covid”, definición que se cambió en reiteradas oportunidades, generó una enorme masa de información sin sustento, ¡¡¡sobre las que se apoyaron para generar directivas sobre restricciones, distanciamientos y parálisis de las economías del mundo!!!
Cuando comenzó a arreciar la discusión sobre el origen del virus y su aparición en escena (fugado, liberado o culpa del pobre pangolín del mercado chino) el Dr. Peter Daszak, zoólogo presidente de ECHOHealth Alliance, logró alinear a 20 científicos en una carta que fue publicada en la revista The Lancet, donde descartaba la hipótesis del “Lab Leak” (fuga del laboratorio) y por ende apoyaba la hipótesis de la evolución natural del virus.
Sin embargo, a la fecha un grupo de Senadores Republicanos ha presentado en el Congreso de EEUU una moción para remover de su cargo al Dr. Anthony Fauci por haber financiado con el dinero de los impuestos que pagan los ciudadanos americanos, investigaciones sobre la mentada técnica del “Gain of Function” (Ganancia de Función) que haría que un virus de naturaleza animal pueda saltar a la especie humana y hacerse muy transmisible y agresivo. Estos fondos fueron dirigidos a ECHOHelth Alliance a cargo del zoólogo Peter Daszak.
La comunidad científica, investiga, publica y produce información gracias a los aportes de los “Grants” que fluyen de entidades como la que dirigen personajes como Anthony Fauci o de la Industria Farmacéutica. Estos Sponsors demandan cierta fidelidad a sus líneas de trabajo y objetivos empresarios.
En este contexto, es difícil encontrar opiniones francamente disidentes sobre un tema como el actualmente instalado, del cual abrevan los políticos, de acuerdo al nicho de oportunidad que se presente. Esto es algo que, en nuestro medio, tiene plena vigencia. Simplemente hay que observar la evolución del aflojamiento en las restricciones en relación al momento del año en que vivimos y quedará más que claro.
Un papel destacado habría que reservar a los grandes medios periodísticos y las redes sociales, quienes parecen converger en la tarea de comunicar lo que hay que comunicar y omitir o censurar lo que no corresponde.
Tal es el caso que ya mencioné en mi anterior columna sobre el principal motor de “búsqueda” que es Google, su subsidiaria en formato video, YouTube, que actualmente censuran todo tipo de opiniones no alineadas, incluyendo la de políticos que velan por su representados como algunos senadores norteamericanos. Esto, además, no deja de ser una demostración del poder que exhiben, dado que sería impensado en otros tiempos acallar la opinión de este tipo de personajes.
Por otro lado, no recuerdo haber visto en ningún medio local, que se publique información sobre los episodios que podríamos encuadrar con el comienzo de la “Rebelión en la granja”, donde cientos de miles de manifestantes en Francia, en Reino Unido, en Italia, en Alemania, en Grecia, en Australia e incipientemente en EEUU, se están oponiendo al Pasaporte Sanitario, a la vacunación de los niños, al uso de mascarillas en la población infantil y a aceptar mansamente la vuelta a los dolorosos “Lockdown” con sus terribles consecuencias económicas y emocionales.
La valerosa resistencia de los ciudadanos ingleses, que llegó al intento de tomar la emisora de la BBC en Londres, logró torcer la decisión de Boris Johnson respecto del pasaporte y la vacunación en niños, dejándola sujeta a la voluntad de la gente. Algo similar esta ocurriendo en Francia donde la Policía terminó alineándose con los manifestantes que caminaban por las calles de Paris, bajando sus cascos en señal de concordancia con el reclamo, luego de ver que dentro de los que marchaban también había médicos y personal de salud.
Nada de esto he logrado ver de manera fluida ni comunicada en nuestros medios.
El tiempo pasa, la Rebelión se hace cada vez más intensa y la notable falta de liderazgos en las históricas grandes potencias se hace cada vez mas ostensible y preocupante, mas aun cuando esos espacios pasan a ser ocupados por poderes corporativos en detrimento de la soberanía de cada país. El “Gran Hermano” nos vigila.
(*) Médico cardiólogo, docente universitario, ex presidente del Distrito Conurbano Norte de la Sociedad Argentina de Cardiología, responsable de Arritmias y Marcapasos del hospital Bernardo A. Houssay (retirado), cardiólogo del Hospital Británico, vecino de Pilar.
