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Al servicio de la política electoral: Entre mayo y agosto el BCRA incrementó la base monetaria en un 16,7%

Por la Fundación Libertad y Progreso (*)

En lo que va de agosto, el BCRA asiste al Tesoro Nacional cada 4 días.

Según datos del BCRA la base monetaria retomó una política expansiva. Para mayo de este año la base monetaria era $2.526 MM, en agosto (con datos al 18 del corriente) ya supera $2.948 MM, es decir un 16,7% más.  Iván Cachanosky, Economista Jefe en la Fundación Libertad y Progreso avista una profundización en la emisión y un ritmo de inflación del 3% mensual hasta los comicios en noviembre.

“En las últimas semanas, el comportamiento del BCRA volvió a cambiar a su faceta preferida, la heterodoxa y la emisión vuelve a ser protagonista de cara a las elecciones legislativas”, dijo Iván Cachanosky. “Es de esperar que de aquí en adelante el nivel de la emisión monetaria crezca y esto, por supuesto, agravará los problemas de inflación para el próximo año. De aquí a las elecciones lo más probable es que transitemos con una inflación cercana al 3% mensual, para que post elecciones sea más elevada”.

Cachanosky explica que, desde que Alberto Fernández asumió la presidencia, el BCRA mostró dos facetas en el manejo de la política monetaria. La primera es la expansionista. Esta es “la cara heterodoxa del gobierno” en palabras del economista, que consiste básicamente en imprimir billetes a ritmo elevado. Este comportamiento se observó hasta agosto del año pasado cuando la evolución de la base monetaria alcanzó un pico del 77% interanual;“el problema es que la inflación comenzó a acelerarse y esto asustó al gobierno” sostuvo.

La segunda cara de la política monetaria duró desde agosto del año pasado hasta mayo de este año. En esta fase se observó un “apretón monetario considerable”. Los elevados niveles de inflación mensuales generaron tal grado de preocupación que el BCRA mostró una “cara ortodoxa”, reduciendo el nivel de la emisión monetaria. “Esta faceta es la que no le gusta ni al gobierno ni al BCRA, pero se llevó a cabo por miedo más que por convicción” finalizó Cachanosky.

La inflación es consecuencia directa e inexorable de la emisión monetaria. A su vez, ésta conduce al déficit fiscal, que en última instancia responde a un elevado gasto público. En tanto y en cuanto Argentina no se comprometa a reducir el gasto público, seguirá conviviendo con elevados niveles de inflación para financiar déficits fiscales.

(*) Centro de investigación en políticas pública sin fines de lucro, privado e independiente de todo grupo político, religioso, empresarial o gubernamental.

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