Columnistas

Susana Trimarco, la gran maltratadora

Por Christian Sanz (*)

A principios de octubre de 2014, Susana Trimarco volvió a sorprender. Esta vez nada tenía que ver con el expediente referido a la desaparición de Marita Verón ni los millonarios subsidios recibidos.

En esta oportunidad, la mujer trascendió luego de haber despedido a su sobrina, Johana Trimarco, de la Fundación María de los Ángeles, luego de quedar embarazada. La denuncia, vía redes sociales, la hizo el esposo de la afectada, Alejandro Campos, documentación mediante:

Quiero contarles que mi mujer estuvo trabajando hasta hace un par de semanas en la fundación María de los Ángeles que tiene como fundadora y presidenta al saber de todos, a Susana Trimarco, esa señora quién dice ser la defensora y luchadora de los derechos de la mujer al enterarse que mi mujer estaba embarazada de 9 semanas simplemente decidió despedirla, sin causa, con una humillación que sólo ella es capaz de dar a todo su personal, haciéndole saber que a ella no le sirve una mujer embarazada.

Hasta el momento estamos peleando por cobrar la indemnización que le corresponde con toda la justicia en contra de nosotros porque ella tiene de Su lado la impunidad a Su merced.

Con mi mujer ahora decidimos hacerlo totalmente público para demostrar el monstruo que oculta con tantos derechos que ella y quienes la rodean aparentan defender. X favor les pedimos copiar y pegar esto en sus muros para ayudarnos a difundir tanta injusticia y angustia que tenemos que vivir x tras de esa déspota. Mi nombre es Alejandro Campos y mi mujer Johana Trimarco.

Quienes conocen en profundidad a la madre de Marita Verón no se sorprenden por esta situación. Campos asegura que es una persona “complicada y difícil”, en coincidencia con otros testimonios de la propia fundación que fueron recogidos por este cronista en su momento.

“En la fundación, por lo que mi esposa me cuenta, hay muchos maltratos y a Trimarco le molesta que mi mujer se defienda de sus agresiones”, enfatizó Campos.

Y advirtió: “Si las otras chicas que trabajan en la fundación hablaran, todo sería más claro, pero saben que las van a echar. Ya pasó con decenas de empleados tanto acá en Tucumán como en Córdoba”.

Desde la Fundación solo atinaron a dar una lacónica y breve respuesta sobre la mujer despedida: «Ella venía haciendo mal las cosas en la Fundación. El esposo forma parte de una movida mediática para desprestigiar a Susana. Está diciendo barbaridades, no queremos llegar a juicio, pero si sigue no nos va a quedar otra opción».

Según Campos, esta es la segunda vez que la madre de Marita Verón despide a su esposa por el embarazo. “Hace tres años, mi mujer trabajaba para Susana, y cuando quedó embarazada por primera vez, también la echó. Le dijo que no tenía para pagarle”, contó.

Por ese hecho, el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) dictaminó que la Fundación cometió una «conducta discriminatoria».

El organismo expresó en su resolución que: “la carta de despido de Susana Trimarco no expresa causa alguna, lo que constituye un nuevo indicio coincidente con los anteriores, en tanto mal puede pensarse que un empleador/a, contando con razones válidas para despedir a una empleado/a con justa causa, prefiera no hacerla y, por tanto, abonar las indemnizaciones correspondientes».

A su vez, a modo de conclusión, el dictamen considera que «la conducta denunciada se encuadra en los términos de la Ley N° 23.592, normas concordantes y complementarias precedentemente citadas, como conducta discriminatoria».

El caso de la fundación María de los Ángeles ubicada en la ciudad de Córdoba, es todo un caso aparte.

Según el diario Alfil, el rol que cumple esa sede nunca estuvo claro, ya que si bien, en teoría, asesora a las víctimas del delito de la jurisdicción, no tiene refugios ni difunde estadísticas.

“También es un dato curioso el hecho de que no mantenga relaciones institucionales con la Secretaría contra la Trata de la Provincia”, sostiene Alfil. Y avanza:

Cuando en 2013 trascendió que el Gobierno de José Manuel de la Sota se había comprometido a otorgarle más de dos millones de pesos a la institución, la noticia sorprendió tanto a las asociaciones locales que se ocupan del tema como a las autoridades que se desempeñaban en aquélla repartición.

Además, cabe recordar que dos ex empleadas (una abogada y una psicóloga) promovieron demandas laborales contra la delegación local y aseguraron que fueron maltratadas y luego despedidas por Trimarco.

Entre otras aseveraciones, dijeron que se “inventaban legajos”, ya que en muchas oportunidades acudían personas con inconvenientes que no tenían nada que ver con la materia merced a la cual la organización recibe fondos y subsidios millonarios, como desocupados, desempleados y pacientes psiquiátricos. Sin embargo, aseguraron que desde la dirección les solicitaban “encuadrar la problemática como si se tratase de potenciales víctimas de trata”, para cumplir con los “números mensuales”.

Las profesionales también citaron ante el fuero de Conciliación situaciones “irregulares” en el manejo y en la rendición del uso de dinero público y, en general, expusieron que la fundación no cumplía su misión.

En ese entonces, Eugenia Aravena, titular de la sede local de Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (Ammar), declaró ante medios de prensa que a pesar de su intenso activismo por los derechos de las personas que ejercen la prostitución nunca contactaron a nadie que hubiera tenido relación con la Fundación María de los Ángeles.

Aravena manifestó que la múltiple financiación para la entidad era injusta y recordó que el colectivo que integra es una organización de base, que presta servicios y que, sin embargo, no recibe dinero para su sede, en donde, incluso, se aloja gente.

Ciertamente, su maltrato no se limita al personal que trabaja con ella. En septiembre de 2014, consultada sobre un chico que fue hallado en Córdoba y que podría haber sido el hijo de “Marita”, Trimarco dejó sin palabras a los periodistas que se encontraban presentes al hacer despectivos comentarios referidos a los habitantes de La Rioja.

“Ustedes los conocen a los riojanos, son personas malas, y las personas malas son feas; y esta criatura es blanca, con rasgos parecidos a Mica (su nieta), tiene la nariz como ‘Marita’…”.

¿Criatura blanca? ¿Rasgos? ¿Personas feas? ¿Por qué nadie cuestionó los dichos de la madre de Verón? ¿Cómo es que nadie se atrevió a decirle que atrasa cien años?

Como dice aquella frase que le atribuyen a Albert Einstein, “la inteligencia es limitada pero la idiotez no tiene límites”.

(*) Periodista de investigación, director del portal Tribuna de Periodistas

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