Columnistas

Vacunas – Variantes – Efectos Colaterales

Por Gustavo Vieyra (*)

La naturaleza de los virus ha sido, es y será“mutar”. No se trata de seres vivos pensantes que deciden como hacer para hacernos mas complicada nuestra existencia. Solo se trata de partículas inertes formadas por largas y enredadas combinaciones de aminoácidos (los ladrillos que forma una estructura superior, llamadas proteínas) que interactúan con seres vivos como las células, adhiriéndose a ellas a través de “cerraduras” denominadas receptores, que los habilitan para iniciar determinados procesos cuyo resultado final es impredecible hasta que se estudia en detalle (a través de las investigaciones) cada paso dado y los efectos generados en cada uno de ellos.

Uno podría asimilarlo a un “soft” de computación que interactúa con el programa madre de la computadora y genera determinados “cambios”. Estos son predeterminados y aplican para tal fin y otros, nadie sabe con exactitud que van a generar. De ahí surge el hecho de homologar a un “virus” de computación a un “virus” biológico.

La “mutación” de un virus se refiere al cambio en la secuencia en que están ordenados estos “ladrillos” dentro de la partícula llamada “virus”, con lo cual, su comportamiento en términos de como interactuará con el ser vivo, será distinto y los efectos generados serán también distintos. Pueden ser peores, mejores o neutros.

Estos cambios ocurren a veces en forma espontánea, por ejemplo, cuando la larga cadena de aminoácidos se autocopia mal y la nueva secuencia resulta distinta de la original o inducida por factures externos, como por ejemplo las radiaciones que afectan directamente a algunos aminoácidos, cambiándoles sus características.

Esta brevísima introducción a un tema en extremo complejo, tiene como finalidad, tratar de explicar que el fenómeno “Variante” que en la actualidad ocupa los medios periodísticos, en relación al tema “Pandemia” (2da Temporada, capitulo 9), es un fenómeno esperable.

El tema se complica cuando, expertos en Virología y Vacunología, entre ellos, el Dr. Geert Vander Bossche, alertaron sobre los enormes riesgos de generar más variantes del virus SARS Cov 2 que resultasen cada vez más agresivas, al implementar la vacunación contra el Covid en forma masiva, en el momento de plena circulación del virus. La aparición de estas “variantes” sería el resultado de la “presión” generada por el pull de vacunas desarrolladas que tienen como objetivo generar una respuesta inmune específicamente contra la “proteína espiga” del virus. Una sutil modificación de la composición de esta esta proteína “Spike” en el virus, le permitiría eludir la respuesta inmune generada por las vacunas disponibles a la fecha.

¿Esto permite pensar en la “historia sin fin” de la Pandemia? Resulta difícil asegurarlo. Solo se pueden aportar datos concretos al respecto, que podrían anticiparnos algo.

Los países como Israel, que hicieron gala de un programa de vacunación masiva muy eficiente, con un alto porcentaje de la gente vacunada con las dos dosis, hoy enfrentan un enorme conflicto con su población por la aparición de nuevos y frecuentes casos de Covid causados por la “Variante Delta”, que estarían obligándolos a retomar las originales medidas restrictivas y re iniciar un plan de vacunación para una 3ra dosis, algo cuyo beneficio no está aun claramente documentado.

Por otro lado, a este “traspié” de la promesa de la “vacunación como camino a la salvación”, se le suman los incontables casos de efectos colaterales de las vacunas en uso.

Es sabido que, el sistema de registro oficial de efectos adversos de las vacunas, conocido como VAERS (de sus siglas en ingles), es un sistema “pasivo” y por lo tanto condenado al subregistro y consecuentemente a la NO investigación científica de casos posiblemente relacionados con la aplicación de las vacunas. Los que evaluaron su capacidad de registro como el Harvard Pilgrim Healthcare Study determinaron que apenas se denuncian el 1% de los casos de efectos adversos.

La “Food and Drug Administration” (FDA) ha recibido alertas como la del Dr. Patrick Whelan, Pediatra especializado en Reumatología, quien advirtió sobre los riesgos de que la proteína Spike de las vacunas contra el Covid produjesen daños en el hígado, el cerebro y el corazón a través de lesiones microvasculares y la formación de trombos.

Recientemente me ha tocado tratar a una paciente de 90 años, que he controlado durante 12 años, sin haber presentado nunca ningún indicio de falla cardiaca previo, que, a los quince días de haber recibido la segunda dosis de la vacuna contra el Covid, presentó un severo cuadro de Insuficiencia Cardiaca Congestiva. Las imágenes radiográficas mostraron un corazón que había triplicado su diámetro, con pulmones congestivos y con líquido en las cavidades pleurales.

Sin dudas, este caso, cuya única relación con las vacunas es la relación temporal entre la ultima dosis, la falta de antecedentes cariacos y la aparición del cuadro, quedará fuera de registro y sin estudiar en profundidad ya que, la estructura y el contexto en que fue aplicada la vacuna, la dejaron fuera de cualquier sistema de control de farmacovigilancia, que son propios de los protocolos de investigación en fase 3 y no del uso masivo de un fármaco.

Como podemos ver hasta acá, la historia parece continuar sin que se vislumbre un fin, excepto los matices e interrupciones de los controles sanitarios originados en necesidades políticas que lejos están de la realidad del problema sanitario.

(*) Médico cardiólogo, docente universitario, ex presidente del Distrito Conurbano Norte de la Sociedad Argentina de Cardiología, responsable de Arritmias y Marcapasos del hospital Bernardo A. Houssay (retirado), cardiólogo  del Hospital Británico, vecino de Pilar.

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