Palabra de historiador: «A los presidentes se los cuestionaba por política, no por ética personal» (audio)

El historiador Eduardo Lázzari aseguró que «la historia argentina muestra que los presidentes podían ser cuestionados en términos políticos, pero no en términos de ética personal», al referirse desde su especialidad a los acontecimientos registrados en los últimos días.

En ese sentido, en diálogo con El 1° de la Mañana (Cadena 94.5), recordó que «de hecho, hasta Carlos Menem, nunca un presidente argentino en tiempos democráticos y por los canales institucionales correspondientes, había sido citado por un juzgado nacional».

«Esto marca con claridad que los tiempos que estamos viviendo son una excepcionalidad bastante notable», apuntó.

Menem, según Lázzari, «fue el primer antecedente, básicamente por circunstancias vinculadas al tema de la voladura de Río Tercero, que tiene que ver más bien con una cuestión de corrupción frente a lo que deberían ser las decisiones políticas, pero ni siquiera se intuyó la posibilidad de un enriquecimiento personal».

«Nuestros presidentes se caracterizaron en general, por no tener problemas vinculados a la corrupción económica, y mucho menos vinculados a un enriquecimiento ilícito, lo que constituye una novedad de los últimos años», evaluó.

El historiador sostuvo que «en todos los casos, incluso con presidentes recientes como Eduardo Duhalde o Fernando de la Rúa, para no ir a los históricos, incluso a alguno que puede despertar alguna polémica como es el caso de Juan Perón, no pasaron por la función pública en la búsqueda de enriquecerse personalmente». «Por eso es interesante no perturbar el relato histórico con una intencionalidad política, como se intenta en estos años al decir que todo fue igual cuando claramente no lo fue», agregó.

Por último, Lázzari afirmó que «en general, las grandes historias de corrupción en otros países se dan en regímenes autoritarios o en aquellos donde los partidos perviven mucho tiempo en el poder como el PRI mejicano». «En las dictaduras, la falta de control republicano hace posible el latrocinio de los bienes públicos», cerró.