Ya hay supermercados que suspenden los pagos con tarjetas de débito y crédito

Las medidas que el gobierno destina semana a semana para aliviar las consecuencias económicas de la cuarentena parecieran caer, una y otra vez, en saco roto. Durante las últimas jornadas, Alberto Fernández había anunciado la postergación de los vencimientos de las tarjetas de crédito hasta el lunes 13 de abril sin aplicar intereses ni recargos. Además, aseguró que los saldos impagos podrán acceder a un plan de refinanciación con una tasa del 43 por ciento y el pago de 9 cuotas mensuales con 3 meses de gracia.

Numerosos comercios del país, especialmente en rubros sensibles como supermercados, comenzaron a rechazar inmediatamente el pago con tarjetas de crédito. Según comentaron propietarios de dichos locales, la razón sería que temen que las empresas de tarjetas de crédito les “pasen el costo” de la movida a ellos.

La raíz del conflicto pareciera radicarse en la naturaleza del negocio de las tarjetas de crédito. Todo el esquema se basa en un funcionamiento similar al de una financiera común y corriente. La rentabilidad no está sólo en el servicio de que ofrecen las compañías de tarjetas, sino en el costo financiero anual que cobran por financiar los saldos. Hasta el anuncio del presidente Fernández, el CFTEA con IVA rondaba el 91,16 por ciento y la tasa de los saldos financiados trepaba al 49. Luego del decreto, se impuso una tasa máxima del 43 por ciento.

Esta movida cambió por completo la estructura del negocio, dado que pasa de ser altamente rentable a no superar siquiera la inflación. “La baja de la tasa hace que las tarjetas de crédito deban buscar la rentabilidad por otro lado. El hecho de que, encima, le den a los clientes 3 meses de gracia, presiona sobre la viabilidad del negocio y hace que muchos tengamos miedo de que la tarjeta no nos pague en tiempo y forma a nosotros”, comentó un gerente de supermercado de la localidad de Pinamar.

De hecho, fue en esta ciudad donde surgieron las primeras denuncias. Acorde a información suministrada a REALPOLITIK, las históricas tiendas Toledo ya habrían dejado de recibir tarjetas de crédito como modo de pago. La larga cola de clientes no logró utilizar el posnet como ocurre desde hace años, y tuvieron que recurrir a un cajero automático para volver con el efectivo.

Por otro lado, no son pocos los comercios que aprovecharon la movida para evitar el pago de comisiones. Ya se había intentado suspender el pago con tarjeta de débito en los últimos días de marzo, y ahora volverían a la carga sumando las de crédito. Hoy por hoy, con una merma en el consumo que oscila entre el 50 y el 60 por ciento, los comercios buscan achicar los márgenes de pérdida evitando el pago de comisiones.