En la provincia, cien ambulancias esperan para ser repartidas en campaña

Mientras varios hospitales de la provincia lidian con ambulancias viejas y en mal estado, teniendo que realizar peripecias para asistir a pacientes en estado de indefensión, una flota de ambulancias espera para ser entregadas durante la campaña electoral.

En su reciente discurso ante la asamblea legislativa, el gobernador Axel Kicillof destacó la inversión en el área de Salud, especialmente durante la pandemia, al tiempo que denunció que había recibido un sistema sanitario diezmado. Sin embargo, cada día miles de personas deben aguardar horas para ser atendidos en condiciones inhumanas en hospitales públicos que demandan enormes sumas de dinero al erario público.

A esto se suman la falta de insumos y las pésimas condiciones edilicias en la que los trabajadores de la salud deben realizar sus prácticas, en muchos casos sin poder contar con unidades móviles para el traslado de pacientes a centros donde puedan recibir la atención necesaria.

Al mismo tiempo, en centros densamente poblados como los del conurbano, una persona puede llegar a esperar varias horas hasta que llega la ambulancia solicitada. Esto acontece también en accidentes en la vía pública, siendo muchas veces los mismos vecinos o familiares quienes realizan su traslado a través de autos particulares.

Sin embargo, a pocos meses de empezar la carrera electoral y con los ojos puestos en la reelección al frente de la gobernación provincial, el ministerio de Salud, que comanda Nicolás Kreplak, mantiene guardada una importante flota de ambulancias para ser entregadas durante la campaña.

El video al que tuvo acceso el portal RealPolitik muestra un centenar de ambulancias a estrenar, escondidas y en desuso, en la pista de atletismo ubicada a metros del hospital zonal especializado en Crónicos El Dique, en la ciudad de Ensenada que gobierna el ultrakirchnerista Mario Secco.

Allí, unas cien unidades esperan ansiosas el comienzo de los actos proselitistas de la gestión Kicillof para salir al ruedo y comenzar a salvar gente. Como si quienes las precisaran no tuvieran nada que perder.