Provincia
Los legisladores bonaerenses sesionaron una sola vez en 2023
Oficialistas y opositores se reunieron en una sola sesión ordinaria. La legislatura provincial está paralizada por la campaña política de cara a la madre de todas las batallas electorales. Cada legislador bonaerense cuesta $450 millones anuales.
La campaña política mantiene paralizada a la Legislatura de la provincia de Buenos Aires. En lo que va de este año 2023 sólo se realizó una sesión ordinaria, tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores. En este marco de improductividad legislativa cada legislador tiene un costo operativo anual de 450 millones de pesos, un 120% más caro que en 2022, según cifras oficiales del presupuesto bonaerense.
La Legislatura bonaerense está considerada como una de las mayores cajas negras de la política. El manejo de sus fondos es opaco, no se informa de manera abierta a cuánto asciende la dieta de sus integrantes y varias veces estuvo salpicada por el manejo discrecional de fuertes sumas de dinero, a tal punto que hace pocas semanas el ex senador Antonio Armando Nieto (Unión-Pro) fue condenado a cuatro años de prisión por “Defraudación a la Administración Pública” por hechos cometidos entre los años 2008 y 2011 que generaron un importante daño patrimonial a las arcas públicas.
En este marco tanto diputados como senadores sesionaron de manera ordinaria en una sola ocasión. Fue en el mes de abril, puntualmente el miércoles 12. En esa jornada, la cámara baja avanzaron en leyes vinculadas a ciencia y tecnología, salud, desburocratización y empleo joven, entre otras; y se votó un reconocimiento al arquero de la selección nacional de fútbol, Emiliano “Dibu” Martínez, según se detalla en el web oficial de ese cuerpo legislativo.
Por su parte en el Senado le dieron “sanción definitiva” al proyecto que beneficiará a miles de trabajadores de la salud mediante nuevos regímenes de licencias, ascensos automáticos y mejoras salariales. Asimismo, se declaró ciudadana ilustre post mortem a la poeta, ensayista y traductora argentina, Alejandra Pizarnik; y personalidad destacada de la provincia de Buenos Aires a la boxeadora Marcela Acuña, tal como figura en el sitio web del Senado provincial.
Pese a que en los portales oficiales de ambos cuerpos legislativos se informan sobre actividades en cada una de las comisiones de trabajo, varias fuentes consultadas refirieron que “la actividad es muy baja y, primero el cierre de listas y ahora la campaña electoral de cara a las PASO paralizó todo”.
La provincia de Buenos Aires es el distrito de mayor peso político, económico y electoral del país. Concentra el 37% del padrón nacional y en sus municipios se desarrollará la denominada “madre de todas las batallas electorales” del país donde el gobernador Axel Kicillof va por la reelección y espera aportar millones de votos al sueño presidencial de Sergio Massa.
La casta provincial
El Senado está compuesto por 46 bancas, que se reparten la mitad (23) para el oficialista Frente de Todos y la otra mitad para Juntos por el Cambio. Por su parte en Diputados está más repartida la paleta de colores de la política, donde 42 son del oficialismo, 41 de Juntos por el Cambio, dos bancas de izquierda, dos bancas libertarias y otros mono bloques aliados al oficialismo.
Según un informe publicado en febrero de 2023 por el diario La Nación y que no fue desmentido “cada legislador bonaerense cuesta $450 millones anuales, un 123% más caro que en 2022”. Los datos surgen del propio presupuesto oficial. Como se ve, las ideologías parecen quedar de lado a la hora de hablar de recursos, pero existen excepciones. Los legisladores de izquierda solo perciben una parte de sus dietas, el resto es donado a un fondo común para ayudar a trabajadores en huelga.
Ni la inflación ni el reclamo ciudadano por mayor austeridad parece persuadirlos a ajustar sus gastos, al contrario. El año pasado un diputado tenía una dieta mensual de $470, pero este año “ya ronda el millón de pesos y siguen sumando”, detalló un asiduo concurrente de los pasillos legislativos en la capital provincial.
“Si los legisladores son del interior de la provincia de Buenos Aires tienen un plus de 35% por desarraigo, los legisladores provinciales ganan más que los nacionales, además tienen los famosos ‘módulos’ que son alrededor de cinco millones de pesos mensuales más por legislador”, explicó un avezado conocedor de ese inframundo de la política que no dudó en resaltar que las y los legisladores “siempre esconden sus números”.
Datos matan relato
Según se desprende del presupuesto legislativo aprobado en diciembre de 2022, la Cámara de Diputados provincial cuenta con una partida de $36.500 millones, unos $397,2 millones anuales por cada uno de sus 92 miembros. Al Senado, en tanto, se le asignaron $25.652 millones, por lo que el costo anual por cada legislador (son 46 en total) es de $557,6 millones. Sendos presupuestos contemplan los gastos de funcionamiento legislativo, que incluye al personal, tanto de planta permanente como temporaria. Según las leyes aprobadas, la Cámara de Diputados prevé una planta de 1510 empleados (50 más que el año pasado), mientras que el Senado prevé 1340 empleados, 40 más que en 2022.
Los presupuestos aprobados significan un 123% de aumento respecto de 2022, según publicó el diario La Nación. Parece difícil justificar semejante incremento, muy superior al 94,8% que marcó la inflación acumulada en 2022. Mucho menos lo justifica la tarea parlamentaria que realizan sus legisladores, que apenas sesionaron en una sola ocasión en este 2023, aunque en rigor hubo otras dos sesiones especiales: la Asamblea Legislativa que marcó el inicio de las sesiones ordinarias y una sesión especial para repudiar el golpe de estado del 24 de marzo de 1976.
A la hora de votar su presupuesto, las y los legisladores hacen causa común y lo aprueban sin grieta: en estas instancias no hay diferencias entre oficialistas ni opositores, todos integran una misma casta. En diciembre, los presupuestos de ambas cámaras se votaron en la sesión que sancionó el presupuesto general de la Provincia.
“Las votaciones del presupuesto propio, como siempre, fue sobre el final del debate, sin que ningún diputado ni senador hiciera uso de la palabra para opinar sobre los recursos asignados a ellos mismos. Ni la izquierda, que en sus discursos declama que ningún legislador debería cobrar más que un docente, ni los libertarios, que alardean de sus proclamas ‘anticasta’, opinaron en Diputados, la única de las dos cámaras en la que tienen representación”, recordaron varias fuentes consultadas.