Inseguridad escolar: las promesas incumplidas de un concejal

Los chicos -y los padres- de la escuela 38 de Derqui son blanco fácil de la inseguridad. Los asaltos, a veces con efecto sobre la integridad física de los menores, son frecuentes, y en medio de la preocupación apareció con promesas de solución Juan Martín Tito.

Sólo la semana pasada, ocurrieron dos hechos que encendieron las alertas de la comunidad educativa. Primero, a una chiquita de corta edad, un grupo de delincuentes la arrinconó contra un muro cercano al establecimiento y para robarle el celular le lastimaron la mano. Después, a un preadolescente, le abrieron la cabeza (foto) con un fierro para robarle la mochila, la campera y, obviamente, el celular. Incluso lo amenazaron con un arma blanca. Por sus heridas, el chico terminó en el Falcón.

La preocupación de los padres por la seguridad de sus hijos llegó a oídos del concejal Juan Martín Tito, que no dudó un instante y se reunió con los demandantes para interiorizarse de la situación y prometerles solucionar el tema no sólo comprometiendo el accionar del municipio sino también mayor presencia policial en la zona, ya que según los denunciantes «el problema es El Bajo, de ahí salen los que esperan a los chicos para asaltarlos».

El tiempo pasó sin novedades, los padres esperaron las medidas prometidas, hasta que les llegó un audio de Tito informándoles que había presentado un pedido de informes y que no podía hacer demasiado ya que la seguridad «es una cuestión de la provincia». Es decir, no volvió para decírselos en persona, como fue a prometerles para la foto, y además les reconoció que no puede intervenir en el tema por asuntos jurisdiccionales.

Hastiados, los padres no se tomaron la molestia ni de indignarse y decidieron encarar ellos mismos la situación con acciones que conoceremos en breve. Claro que después de esto, ratificaron su desconfianza y su desprecio por la política y quienes la ejercen. Y razón no les falta.