Hasta ahora, Cristina Kirchner no pudo festejar su retorno al primer plano con la asunción de la presidencia del PJ. Cuando asumió su cargo el mes pasado, no contó con la presencia de los gobernadores del PJ avalándola y muy pocos dirigentes salieron a respaldarla.
Luego, la Corte Suprema de Justicia la golpeó disponiendo que el año que viene tenga lugar el juicio oral y público en dos causas en su contra: la del Memorándum de Entendimiento con Irán y la de Los Sauces-Hotesur.
Pero su mayor derrota la sufrió en su pulseada con Axel Kicillof. Éste afirmó días atrás que está decidido a impulsar el año que viene listas de candidatos propias en Buenos Aires. En otras palabras, que se acerca a un punto de ruptura con el PJ bonaerense que lidera Máximo Kirchner. Semejante desafío la coloca a la expresidenta ante un escenario crítico. Si se llegara a la ruptura con el gobernador, la caja para financiar la campaña electoral la tendría éste y ella quedaría en una posición de marcada debilidad.
Lo que se viene
Los tropiezos para CFK parece que apenas comienzan, porque hace dos días, el diputado nacional de UxP de Santa Fe, Roberto Mirabella, anunció que dejaba el bloque para constituir un monobloque y no se ahorró críticas indirectas a Cristina. Pero lo peor es que el portazo de Mirabella sería el anticipo de la ida del bloque de un núcleo de alrededor de 20 diputados conocido como Grupo Federal. Entre ellos estarían Victoria Tolosa Paz (Buenos Aires), Liliana Aponte (Mendoza), Guillermo Snopek (Jujuy) y Eugenia Alianiello (Chubut). Varios de ellos estuvieron en las filas de Ricardo Quintela en el frustrado intento por disputarle a Cristina la presidencia del PJ.
Si se concreta esta crisis, UxP quedaría seriamente debilitada en Diputados y se crearían condiciones para una ruptura también en el bloque de senadores de UxP.
Es evidente que la ex presidenta está fracasando en el intento de reagrupar al conjunto del peronismo bajo su mando. Su obstinación en rodearse exclusivamente con La Cámpora y Máximo está haciendo que gobernadores y legisladores vayan tomando cada vez más distancia. Este estilo de conducción cerrado y obsesivamente personalista parece que ya no es tan viable como antes.
En este sentido, su ciclo al frente del PJ se presenta más como el inicio de una nueva crisis que la superación de la anterior.
(*) Abogado administrativista. Director del portal El Informador Público, ex secretario Legal y Técnico de la comuna de Pilar (administración Bivort)