Columnistas

El Presupuesto, el mundial, las fiestas, la campaña

Por Malú Kikuchi (*)

La Argentina, país anómalo, acaba de votar en la Cámara de Diputados el presupuesto 2023. Ya tiene media sanción. Como era previsible, se hizo visible la división dentro de las dos grandes coaliciones, el FdT que trata de gobernar y JxC que pretende gobernar a partir de 2023.

El FdT tiene 119 diputados, el quórum se consigue con 129. El más importante referente y ex presidente del bloque y presidente del PJ bonaerense, Máximo K, no bajó a dar quórum. Lo hizo para votar a favor de que los jueces paguen ganancias. No se consiguió.

“Evolución” (UCR, responde a Martín Lousteau), ayudó a dar quórum. Pertenecen a JxC. Por ejemplo Tetaz y Rodrigo de Loredo. Se supone que obedeciendo la orden de Gerardo Morales presidente de la UCR y muy amigo de Sergio Massa, el autor del presupuesto.

El ajuste de este presupuesto es del 1,2%, el de López Murphy, fugaz ministro de economía de De la Rúa,  fue del 0,6% y le costó el puesto. El FdT entre medianoche y gallos introdujo una serie de prebendas para amigos. Doce diputados se retiraron antes de tiempo.

Después de votar en general contra el presupuesto, 12 diputados se fueron sin votar los artículos en particular. Y el país tiene una tasa más de $250 por cada pasaje de avión. Faltaron Milei, Villarruel y Píparo libertarios, 4 de JxC (Stolbizer, Santos…), Del Caño, izquierda y 4 más. La tasa salió por 123 votos contra 122. Amaya (JxC) votó a favor.

Es obvio que JxC debe solucionar problemas internos. Una coalición para ganar elecciones no sirve para gobernar. Acuerdos sólidos se necesitan sobre temas centrales. La mala experiencia del gobierno anterior lo avala. Y cuando el senado vote el presupuesto, vendrá el mundial.

Se sabe que los presupuestos argentinos no se cumplen, ende no importan. Es mucho más importante la salud de Di María y de Dybala; el pisotón que recibió Messi dejó al borde del infarto al país. Qatar queda lejos, el pasaje es caro y el hotel y las comidas…

¿Cómo financiar las entradas? Emocionantes temas de conversación. El resto se olvida. ¿Olvidarán los que comen salteado y no llegan ni a mitad del mes? El gobierno apuesta a que sí, a que olviden. Scaloni es la gran apuesta, ya está cerca de Menotti y de Bilardo.

Y luego del mundial, si además Argentina ganara, ¡qué regalo para el gobierno del FdT! Los festejos durarían hasta las fiestas de Navidad y fin de año y Reyes. Diciembre, mes peligroso se diluiría en festejos futbolísticos. La gente tendría algo que festejar.

Pasado diciembre, enero ya es un mes más tranquilo, llegan las vacaciones. Pocos podrán disfrutarlas dentro del país y poquísimos fuera de  él. Los costos ya son impagables y lo serán más debido a la inflación que no se combate como se debe.

La mayoría se quedará en sus casas, algunos descansando del trabajo del año y otros muchos, demasiados, descansando de un descanso obligado. Porque no hay trabajo y no hay trabajadores. Gran artículo de Luciano Román en La Nación (24/10), “no sólo hay que crear empleo, hay que crear empleados”. Hay gente que no quiere trabajar.

Terminadas las mayoritariamente imaginarias vacaciones se entrará decididamente en la campaña. Ya se barajan nombres y posibilidades ahora, pero la campaña es otra cosa. Los políticos ya no contestarán, “falta mucho  para hablar de candidaturas”.

En la vorágine de la campaña, los candidatos del oficialismo, ¿tendrán tiempo para gobernar? No lo hacen ahora. La inflación come los flacos bolsillos, la pobreza y la indigencia y el hambre aumentan. En Argentina, país productor de casi todo, también de pésimos políticos.

Entre la chicana de querer eliminar las PASO, cuestión de complicar a JxC, que si no puede solucionar el tema de no tener PASO, no podrá gobernar. La calesita de nombres no se detiene. Por el FdT, Alberto, De Pedro, CFK por clamor popular (dicen) y el plan platita 2.

Por JxC: Rodríguez Larreta, Bullrich, Morales, Manes, ¿Macri?, Vidal. Por su lado, Milei. Y el carrusel de seguir poniendo el carro delante del caballo seguirá con suerte hasta el 10/12/2023.

Ningún país está condenado ni al éxito ni al fracaso. Sí lo está si sus políticos lo llevan al fracaso o al éxito. La decisión es de los ciudadanos. Populismo o respeto a la Constitución.

 

(*) Periodista (publica en varios medios nacionales) y conductora

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