
La campaña electoral porteña que finalizó este jueves mostró un involucramiento del gobierno nacional con pocos límites. Javier Milei se presentó en público con Manuel Adorni al menos cuatro veces y la Casa Rosada no dudó en jugar sucio, haciendo anuncios como la rebaja de aranceles para la importación de celulares, destinados a sumar votos, o como la reforma migratoria.
El gasto de campaña de La Libertad Avanza tampoco tuvo moderación alguna. Obviamente, se usaron a destajo fondos públicos para saturar los medios con una gran variedad de spots. Y todo esto por una elección cuyo resultado no es decisivo para la suerte política del gobierno.
El próximo 26 de octubre y sobre todo en Buenos Aires, estará en juego la gobernabilidad de Milei. Una derrota de LLA en Buenos Aires por el kirchnerismo podría producir un tembladeral en los mercados y comprometer el castillo de naipes que Luis Caputo por ahora sostiene.
Además, un triunfo peronista podría desatar en el Congreso una escalada de pases a la oposición y el riesgo de que el escándalo por $LIBRA derive en que haya número para iniciarle un pedido de juicio político a Milei.
En las urnas bonaerenses sí podría decirse entonces que Milei se juega todo. Cabe preguntarse entonces, si en la campaña porteña el gobierno nacional hizo lo que hizo, a qué extremos está dispuesto a llegar en Buenos Aires, un campo electoral además propicio para operaciones non sanctas.
Las denuncias por corrupción que se multiplican contra la pareja armadora del aparato oficialista, Karina Milei y Sebastián Pareja, dan una cierta idea de cuál es el clima de vale todo que reina en las filas libertarias.
La elección provincial, una barrera difícil
Pero quiso el destino que el adelantamiento dispuesto por Axel Kicillof de las elecciones legislativas bonaerenses para el 6 de septiembre esté resultando un problema muy difícil de solucionar para los libertarios.
El aparato del PJ bonaerense está preparado para una elección local pero LLA carece de control territorial. Casi no tiene municipios que le respondan, salvo algunos del PRO, como Diego Valenzuela en 3 de Febrero o tal vez Guillermo Montenegro en Mar del Plata. La necesidad de sumar al PRO para septiembre sería entonces dramática para Milei y por eso intenta doblegar a los primos Macri ganándoles con Adorni la capital.
Una derrota en Buenos Aires en septiembre proyectarla un efecto cascada sobre octubre. La mayor parte de los intendentes peronistas del conurbano son conscientes de que, si no lo frenan ahora a Milei, en el 2027 irá por sus municipios.
(*) Abogado administrativista. Director del portal El Informador Público, ex secretario Legal y Técnico de la comuna de Pilar (administración Bivort)