
En nuestro país hay una inminente ruptura del sistema republicano. Quizás algún desprevenido esté esperando ser notificado por carta de que le acaban de limitar sus derechos constitucionales, a trabajar, a concurrir a un colegio o simplemente hacer una gestión bancaria en forma presencial. Porque esto es lo que está ocurriendo en la provincia de Tucumán, en breve en la provincia de Buenos Aires y comienza a expandirse por todo el estado nacional.
Estos alevosos avances sobre la Libertad siempre han tenido algún tipo de justificación, donde algún ser “iluminado” decide que es lo mejor para nosotros. Particularmente, en nuestro caso y en relación a la imposición del PASE COERCITIVO SANITARIO, la justificación deviene de dos vertientes: 1ra: evitar que las personas NO vacunadas transmitan la enfermedad a la población (FALSO) y 2da: que el exceso de enfermos sature el sistema de atención hospitalaria, especialmente el de Cuidados Intensivos y tengamos que colocar pacientes en los pasillos de los centros de atención o decidir a quién colocarle el respirador, preparando luego fosas comunes para enterrar a nuestros muertos, velarlos sin la presencia de sus familiares a cajón cerrado y luego cremarlos, etc, etc, etc.
Sin dudas, esta es una predicción muy cercana al fin del mundo, en la que, nuevamente, un grupo de iluminados nos salvará poniéndose al frente e inmolándose por el bien común y, sobre todo, dando el ejemplo, dejando de lado todo privilegio, pensando en cómo optimizar los beneficios por encima de los riesgos sin que medie ninguna especulación interesada a favor de nadie en particular y mucho menos en favor de algún grupo de poder.
Si algo de esto último le resulta conocido, tiene buena memoria, porque todo este despliegue argumental fue puesto en marcha en los comienzos de la declaración de Pandemia y cumplió con el objetivo buscado: difundir el Terror y la Confusión, algo así como si M. Tyson nos hubiera nockeado y todavía no nos hubiésemos repuesto. Bueno, están tratando de volver a nockearnos y mientras estemos viendo “estrellitas”, tendrán el camino allanado por avanzar sobre nuestra libertad.
En contra del primer argumento solo basta con remitirse a los DATOS (que siempre superan al relato): en Reino Unido, según información de noviembre, de la Agencia de Seguridad Sanitaria (UKHSA), el 55% de los casos de variante Ómicron, están relacionadas a personas que YA ESTABAN VACUNADAS. Por otro lado, datos de agosto mostraron que, el 35% de los casos de variante Delta, estaban vacunados en forma completa. De una manera grotesca, tanto que parecería “seria” (para el desprevenido), la empresa productora de vacunas, afirma que, con una 3ra dosis, el problema estará solucionado…..!!!???. El 27 de septiembre 2021, 7 News.com.au Live, publicó un informe sobre las internaciones en el Victorian Hospital, en Australia. El 78% de las internaciones eran de personas con vacunación completa, el 17% solo con una dosis y solo el 5% no estaban vacunados.
El segundo argumento, podría reducirse a: el gobierno está preocupado por regular el flujo de pacientes en los hospitales, especialmente por el porcentaje de ocupación de camas en el área de Cuidados Intensivos.
En principio podría argumentar que luego de 40 años de médico, de los cuales, en más de la mitad, me desempeñe como interno en sector de Cuidados Intensivos (Terapia Intensiva y Unidad Coronaria), no recuerdo ningún operativo administrado ni reglamentado desde un gobierno central, que organice una campaña donde, bajo amenaza de limitar las libertades individuales, se presione tanto a la población general como a la comunidad médica, para que se alinee con el Mandato de un Tratamiento determinado en forma OBLIGATORIO.
Mas aún, podría agregar que las limitaciones en la disponibilidad de camas en el sector de cuidados intensivos ha sido una situación frecuente, que en muchas ocasiones derivó en que el paciente debió cumplir toda su internación en una guardia, en muchos casos, aun requiriendo un respirador. Siempre la disponibilidad de camas en estos sectores, dependió de múltiples variables. El giro/cama en el sector de internación, tanto general como del área crítica, se mueve como un aceitado mecanismo que fácilmente puede trabarse por ejemplo, en la demora para completar estudios diagnósticos, problemas sociales al momento de tener que externar a algún paciente, disponibilidad y provisión en tiempo y forma de un dispositivo especial o una droga en particular, aprobación de tal cual tipo de tratamiento y/o estudio diagnóstico, picos estacionales de alguna patología en particular, súbitas complicaciones de pacientes próximos al alta, etc., etc.
Todas estas situaciones, en general han desvelado a los médicos a cargo, jefes de áreas, directores de hospitales y en casos muy excepcionales a niveles de gestión más allá de los relacionados a las propias instituciones. En cuanto a la selectividad de la patología por la que se produce este “accionar coercitivo”, también contrasta con las formas con que se han manejado otras patologías y condiciones que son, sobradamente conocidas, por su relación causa-efecto, como el Tabaquismo (causa) y las enfermedades respiratorias (efecto).
Según datos estadísticos del propio Ministerio de Salud, las enfermedades respiratorias en 2019 fueron la 3er causa de muerte, detrás de las enfermedades tumorales y las cardiovasculares, que lamentablemente son y seguirán siendo, la PRINCIPAL CAUSA DE ENFERMEDAD Y MUERTE, acá y en todo el mundo.
Como referencia comparativa, en Reino Unido hay 6 millones de personas que fuman (10% de la población) y el Tabaquismo es la PRINCIPAL CAUSA DE MUERTE PREMATURA, habiendo producido 64.000 muertes en 2019.
Sin embargo, no ha existido ninguna restricción a la libertad relacionada al control y seguimiento de estas patologías que ocupan, por completo, el podio de las causales de muertes. No recuerdo a nadie que haya ido preso o no se le permita trabajar o concurrir a un colegio o estar sentado en un bar por fumar o por no hacerse los correspondientes estudios preventivos relacionados a las enfermedades cardiovasculares o las tumorales, como son los casos del cáncer de mama o de colon, cuyos pronósticos cambian dramáticamente, dependiendo de la precocidad o no con que se los detecte, estando esto íntimamente ligado al cumplimiento de los chequeos periódicos ya pautados por las sociedades científicas.
Vale aclarar que el cáncer de pulmón es la principal localización de los tumores, seguida del de colon y el de mama.
No hay ninguna duda de que el impacto de estas patologías, no tomadas a tiempo o NO PREVENIDAS, generan un extraordinario costo, medido por las variables que sean, económicas, años de vida perdidos, invalidez, costos laborales, insumos hospitalarios, ocupación de camas, particularmente las del sector crítico, por donde, inexorablemente, estos pacientes pasarán una y otra vez.
Siempre se ha apelado a campañas de “concientización”, recomendaciones, facilitación de recursos para la prevención, información ofrecida en tiempo y forma. Mas aún, ni siquiera los sistemas privados de salud han impuesto un mandato coercitivo a sus asociados, frente al incumplimiento de los chequeos preventivos o la presencia de hábitos no saludables desde el punto de vista del impacto cardiovascular.
En este punto, me pregunto: la población general, ¿conoce realmente cuáles son sus derechos?, ¿tiene claro cuál es el rol de esas personas que eligió para que gobiernen?, ¿conoce en profundidad el valor de ser libre para decidir por sí solo como quiere administrar su vida? o cree que requiere de personas iluminadas, que ni siquiera conoce, para que lo lleven de la mano, para hacer lo que ellas quieren, bajo amenaza de sanciones.
A aquellos que lean esta columna, desde la endeble sensación de estar lejos de la cuestión porque, ya han sido vacunados, quisiera decirles que, “¡en buena hora que lo hayan hecho!”, en la medida de que la decisión haya sido el producto del legítimo uso de su libertad para decidir por si solo. Otro sería el escenario si, la decisión fue forzada o solapadamente “dirigida”, a través de una sofisticada (o no tanto) campaña de desinformación y terror. Admitir que nos obliguen a tomar decisiones “forzadas” o “manipuladas”, sobre cualquier tipo de cosa, es, abrir las puertas del infierno para caer el sometimiento que puede llegar, como ya ocurre, en países como Austria, Australia o Bélgica, donde las personas que se manifiesta en contra, terminan detenidas o apremiadas por las fuerzas policiales.
Sin duda, como podrán apreciar, este problema, no se limita al ámbito local y eso tiene, una doble vertiente: por un lado, la “globalización” de esta nueva “modalidad Tiránica Trasnacional”, no permite tomar referencias externas que contrasten y ayuden a aclarar las cosas, muy por el contrario. Pero una segunda vertiente, que ofrece una luz de esperanza al final del túnel, es que, los habitantes de esos países, llevan meses, tratando de resistir, manifestando su desacuerdo y llegando incluso a obtener respuestas del estrato judicial. Este es el caso de EEUU, donde una serie de jueces lograron bloquear el Mandato de Vacunación Obligatorio, en principio, solo en 10 estados y luego en el 100% de los estados del país.
Es que, en este caso, el impacto desde el punto de vista laboral, iba a ser extraordinario, con millones de trabajadores afectados y empresas contratistas del estado que se enfrentarían a las opciones de despedir trabajadores o perder contratos federales.
Por fin y, por último, suena casi tragicómico, imaginar que en este preciso momento se esté celebrando en EEUU la Reunión de Lideres para la Democracia, donde los expositores harán discursos pomposos, llenos de frases rimbombantes que ensalzan los derechos y la libertad. Quizás, aún no tengan claro que LA LIBERTAD ES UNA SOLA Y NO SE FRACCIONA.
(*) Médico cardiólogo, docente universitario, ex presidente del Distrito Conurbano Norte de la Sociedad Argentina de Cardiología, responsable de Arritmias y Marcapasos del hospital Bernardo A. Houssay (retirado), cardiólogo del Hospital Británico, vecino de Pilar.