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Pandemia: controles, censuras y castigos, un camino haca el pensamiento único

Por Gustavo Vieyra (*)

Nadie que se precie de ser una persona actualizada, debería pensar que queda algo de la información de la que circula por las redes, que esté libre de la mirada atenta de algún sofisticado sistema de vigilancia. Lo mismo se puede decir de todo aquello que debería ser información “privada”. La circulación de todos los datos referidos a nuestras vidas, sin duda ya son de conocimiento “universal”, aunque alguien se empeñe en convencernos son “los complejos sistemas de encriptación de la información, protegen los datos personales”, bla, bla, bla… es poco creíble.

Sin embargo, una cosa es rendirse al hecho de que los datos están de cara al mundo y otra muy distinta es aceptar que esta capacidad tecnológica sea usada con un fin determinado: el control de lo que se dice o piensa. Particularmente, si esa necesidad de control va seguida de acciones concretas como son la censura y/o el castigo, de la manera que sea.

Para focalizar el tema y evitar generalidades me voy a referir a las redes sociales.

El principal motor de búsqueda de información a nivel popular es Google y la de información en formato video es YouTube. Esta última fue adquirida por Google en 2006. De modo que ambos formatos terminan en los mismos dueños.

Ya desde 2020 Google ha sido acusada por el Departamento de Justicia de los EEUU, de convertirse ilegalmente en el guardián de internet y abusar de su posición dominante en las “búsquedas” y en la publicidad “on line”.

Esta breve contextualización del tema, parece distante del tema Pandemia. Sin embargo, la omnipresencia única de Google y You Tube cobran importancia cuando se empieza a observar que cuando uno apela a la búsqueda de información relacionada a determinados temas de interés en particular, como pueden ser en la actualidad, todo lo relacionado al Covid, Pandemia, Vacunas, etc., puede percibir cierta “facilidad” para encontrar algunos datos y, llamativamente, cierta “dificultad” para otros que se alejan de determinada línea de pensamiento.

De manera mas contundente, está bien manifiesto el tándem de “control-censura” en You Tube, donde determinados speaker en los videos, solo presentan sus grabaciones advirtiendo que el tema ha tratar, ha sido censurado por dicha red y recomienda seguir sus ponencias por otros medios alternativos como por ejemplo Rumble.com o canales especiales desarrollados para evitar la censura de sus opiniones.

Como ejemplos concretos podría citar al senador republicano por Kentucky, Dr. Rand Paul quien se presenta en mucho de sus videos en los que da su opinión respecto del desatinado uso de mascarillas en niños o la indicación de vacunación en esta misma población, aclarando que lo expresado en sus videos ha sido censurado por You Tube, por lo que invita a quienes quieran seguir su hilo a que utilicen un medio alternativo, no sujeto a censura por razones políticas, como el caso de Rumble.com.

De igual manera un conocido Podcast como “BlacK Horse”, se presenta en YouTube solo anunciando el tema que van a desarrollar para luego colgar la invitación a seguirlos por el canal “oddisse. com”.  En el clip 87 tratan el “Resumen de pre impresión de análisis de datos de VAERS”, el sistema de monitoreo de seguridad de las vacunas de los EEUU, que es un tema “áspero” para la línea de pensamiento actual sobre la efectividad y el riesgo/beneficio de estos productos.

A esto se le acoplan, de manera funcional, la aparición en escena de grupos auto titulados de “Fact Checking” o dicho en buen romance, “verificadores de la verdad”, conformado por supuestos “expertos” que analizan (vaya a saber como y quienes), todo aquello que se afirma o se vuelca en las redes y que puede resultar generadora de “conflictos” (¿para quienes y por qué?), rotulando la información analizada como FALSA” u otras subcategorías. Sorprendentemente, la devolución del análisis efectuado, no deja de ser otra afirmación más, esta vez en contrario del tema en cuestión analizado, cuya única fortaleza para re categorizarlo es el autoimpuesto título de “somos la verdad”.

Las formas de castigo para todo aquel que se aparte de la línea de pensamiento impuesta sobre el tema Pandemia -Vacunas-Salvación, van desde la ya mencionada censura hasta el extremo concreto y de corte totalitario, de echar de su trabajo a todo aquel que se niegue a recibir la vacuna contra el Covid, algo que resuena en los medios periodísticos de EEUU en la actualidad.

Ya se han escuchado e intentado aplicar la condenatoria imposición del “pasaporte verde o sanitario” o como les guste llamarlo, que limitaría las libertades de todo aquel que por un motivo u otro se niegue a recibir la vacuna.

La conformación de este “frente multifacético de imposición de un pensamiento único”, relacionado al tema Pandemia y su correspondiente solución, las Vacunas, resulta en algún punto y cada vez con mayor intensidad, muy preocupante, porque desdibuja claramente la idea de la “búsqueda de la solución del problema sanitario”. Y si ese fuese el caso, la búsqueda sería “a punta de pistola”, con la consecuente reacción de la gente que conserva un pensamiento crítico y esta dispuesta a luchar por defender sus libertades más elementales.

(*) Médico cardiólogo, docente universitario, ex presidente del Distrito Conurbano Norte de la Sociedad Argentina de Cardiología, responsable de Arritmias y Marcapasos del hospital Bernardo A. Houssay (retirado), cardiólogo  del Hospital Británico, vecino de Pilar.

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