Columnistas

¿Vacunar o no vacunar a los niños? Datos (no, relatos)

Por Gustavo Vieyra (*)

Mientras que el 5.2% de la población mundial ha estado en contacto con el virus SARS-CoV-2, solo el 1.56% de los niños de 0 – 19 años ha tenido Covid.

Los casos de Covid grave son de menos del 1.5%

De estos, menos del 80% requieren internación en Terapia Intensiva y de estos, menos del 1% fallece.

La Tasa de mortalidad global en menores de 18 años, no llega al 0.08%

La tasa de supervivencia a la infección entre los 0 y 19 años es del 99.99%

Referencia:sobre investigación realizada por el Dr. Sergio Flores Villar, Jefe de CardiologíaPediátrica del Hospital Universitario de Mutua de Terrassa, en Barcelona.

Dr. Fahad Asoshime, sobre trabajo publicado en la National Library of Medicine

Dres. Ioannidis & Axfords de la Stanford Univerity

Datos en niños pos vacunados (Vacunas Pfizer, Moderna o J & J)

En EEUU, sobre un total de 81.600 millones de niños menores de 17 años, se vacunaron, aproximadamente 7 millones.

Tomando información del sistema VAERS (Vaccine Adeverse Effects ReportingSystem), sobre un total de 14.003 efectos adversos, 866 fueron clasificados como graves y 14 fueron muertes.

Si se compara la cantidad de muertes en niños de 12 a 17 años, en los últimos 5 años previos a la pandemia (enero/2016 – noviembre/2020) con los 9 meses posteriores, utilizando los registros del VAERS, sobre “casos relacionados con vacunas”, se puede observar que en los cinco años previos, se notificaron 13 muertes (habiéndose cumplido todo el calendario de vacunas), contra 14 muertes en tan solo 9 meses, cuya única diferencia, fue la aplicación de las nuevas vacuna experimentales.

Se notificaron 2040 reacciones ANAFILACTICAS (reacción alérgica grave), De estas 99% pos vacuna Pfizer, 1.1% pos Moderna y 0.2% pos J & J

Hubo 377 notificaciones de pericarditis y miocarditis (inflamaciones del corazón), de las que 373 se atribuyeron a la vacuna Pfizer.

Además, se informaron 65 trastornos de la coagulación, de los que 64 fueron por vacuna Pfizer y 1 por Moderna.

Referencia: CDC de EEUU y The Defender, Hospital Nacional de Niños de Costa Rica

Si bien es cierto que el VAERS no está diseñado para determinar la “causa de muerte”, también es importante recordar que se trata de un “sistema pasivo de notificaciones”, que ha sido evaluado en su capacidad de registro, determinándose que,en él, solo se vuelcan el 1% de los eventos ocurridos en el mundo real.

Recuerde que, la aplicación de vacunas, se ha llevado adelante SIN un sistema de FARMACOVIGILANCIA, de acuerdo a lo que corresponde a los protocolos de investigación en Fase 3. Esto implica que cada paciente y/o profesional debería notificar por su propia voluntad, la aparición de un evento adverso cuando lo considere relacionado con las vacunas.

NOTICIAS QUE PREOCUPAN

Dos altos funcionarios de la FDA han presentado la renuncia.

El primero de ellos la Dra. Marion Gruber, directora de la Oficina de Investigación y Revisión de Vacunas, del Centro de Evaluación e Investigación Biológica (CBER) de la FDA y el Dr. Philip Krause, subdirector de la misma oficina. La primera se retiraría en octubre y el segundo en noviembre.

Nada se ha escuchado ni leído por parte de los “renunciantes”. Solo se han reproducido en las redes, palabras de “agradecimiento por los esfuerzos y el compromiso…bla, bla, bla,…”, de parte de los funcionarios jefes que continúan, como el Dr. Peter Marks, una de los directores del CBER.

¿Cuáles son los hechos que dan contexto a estas renuncias? El primero es un hecho ocurrido desde el comienzo de la Pandemia, durante el último año de la gestión de Donald Trump, quien “presionaba” a la FDA para la autorización del uso de las vacunas en tiempo récord, un claro conflicto entre ciencia y política, particularmente relacionado con las elecciones. Los más recientes son, la sorpresiva APROBACION por parte de la FDA de la vacuna de Pfizer, fuera de todo cálculo para la comunidad científica. Y la segunda y más preocupante, es la incansable insistencia y presión para vacunar a niños y embarazadas, algo previsto para los meses venideros.

Esto es algo que, junto con la tiránica imposición del Pasaporte Sanitario a nivel casi global, tiene convulsionados a países como, Francia, UK, Alemania, Italia, Australia, Austria, Grecia, Israel y progresivamente, cada vez más, a EEUU. Un país como Francia está dando batalla con una permanente actitud de protesta durante las últimas seis semanas, con movilizaciones de cientos de miles de ciudadanos que marchan por las calles de las principales ciudades. Las consignas de las protestas son claramente tres: “No al pasaporte Verde” “No a las mascarillas en los niños”, “No a las vacunas en los niños”

Serán estas renuncias, una señal de fatiga (¿moral?), que marcan que, hay una línea roja, difícil de cruzar, cuando se mezclan los intereses políticos y económicos con la salud de las personas. Es difícil saberlo en profundidad y con certeza. Como agravante, todo lo notificado hasta ahora, solo hace referencia a los efectos colaterales de corto plazo. Aún no ha transcurrido el suficiente tiempo para saber (¡he investigar seriamente!!) cuales son los efectos de mediano y largo plazo, especialmente en embarazadas y los niños que son, nada menos que el futuro de nuestra sociedad.

(*) Médico cardiólogo, docente universitario, ex presidente del Distrito Conurbano Norte de la Sociedad Argentina de Cardiología, responsable de Arritmias y Marcapasos del hospital Bernardo A. Houssay (retirado), cardiólogo  del Hospital Británico, vecino de Pilar.

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