Bárbaro: «Para el que no tiene destino, todos los vientos le son adversos» (Con audio)

El analista y escritor se mostró convencido de que «o hacemos un esfuerzo para unificar la patria o no tenemos sociedad», al tiempo que consideró que «acá hay dos países, el de Macri y el de Alberto, ambos igualmente maltrechos».

En diálogo con «El 1° de la Mañana» (Cadena 94.9, Pilar), Julio Bárbaro cuestionó la elección de la Casa Rosada para el velatorio de Diego Maradona, y tras calificarlo como «absurdo», sostuvo que «aunque se hizo con Néstor, los velatorios importantes se hacen en el Congreso porque refleja la democracia, mientras la Casa de Gobierno es un reflejo circunstancial».

«Fue una mala elección», insistió al recordar que «este gobierno viene impidiendo, por ejemplo, que los chicos vayan al colegio en la cuarentena más larga del mundo». «Era un hecho dolorosísimo pero que no obligaba a destruir la cuarentena», dijo en la certeza de que «se hubiera dejado en manos del deporte; una cancha de fútbol hubiera sino mejor».

En ese sentido, Bárbaro se preguntó «si no quisieron quedarse con algún mérito del prestigio de quien nos dejaba», previo a considerar que «culpar a la Ciudad por lo ocurrido, es entrar en el grotesco, lo mismo que a la familia, que al aceptar la Casa Rosada dejaba en manos del gobierno el escenario». «Ya la familia no era la responsable de las decisiones, como en un velorio privado, porque del otro lado hay una multitud, y su control no se puede entregar a un familiar».

El analista sostuvo, en cuanto a la autoridad del gobierno nacional, que «uno recupera lo que perdió», y que «con la pandemia el gobierno tuvo éxito al principio, pero la cuarentena era una bala de plata: entramos con 20 muertos diarios y salimos con 300».

«Uno siente que tuvieron lucidez para ganar las elecciones y nada más», razonó.

Por último, Bárbaro cuestionó a «una clase política, los que se fueron y los que vinieron, que hacen desastres». «Nadie piensa en lo colectivo; la suma de intereses parciales no da una política para la sociedad», afirmó antes de concluir: «En la Argentina son más importantes los negocios que la gente».