Clientelismo a full: agua y luz gratis para un asentamiento en Pilar

La situación enoja a los vecinos de la zona, que pagan religiosamente los servicios y ven disminuida sensiblemente su provisión de agua.

Dicen que fue un concejal del oficialismo el encargado de gestionar esas mejoras para las más de 400 familias que desde fines del 2019 comenzaron a instalarse en lo que aparece en el Registro de Barrios Populares (una parte) y que se ubica al fondo de la calle Uruguay, desde la Buenos Aires hasta las vías.

El caso es que poco antes de las elecciones, los vecinos del lugar, que venían pidiendo ayuda casi desde su llegada, se vieron beneficiados por la instalación del agua corriente y la electricidad, aunque sin medidores, lo que implica que hagan usufructo de los servicios sin abonar una moneda, lo que genera una enorme desigualdad -y el enojo- de los miles que cumplen con sus facturas sin derecho a reclamo, so pena de perderlos.

En el caso de la electricidad, se construyeron los monopostes y aunque algunos optaron por la modalidad prepago, en general no funcionan, por lo que el municipio decidió conectarlos a la red callejera.

Además, y como consecuencia de la falta de planificación y estas mejoras realizadas a la qué me importa, se traduce en el empeoramiento del servicio, en especial de agua corriente, para los que sí cuentan con el correspondiente medidor y abonan lo que AySA les exige, ya que hace tiempo sufren la falta de presión en los grifos y a veces directamente la falta.

Para los residentes en la zona, esta actitud gubernamental que relacionan directamente con la captación de votos no es más que un problema a futuro, ya que no descartan que el asentamiento siga creciendo -lo que no les molesta- con lo que los inconvenientes presentes se irán agudizando.