Con Ranieli de vuelta en el Concejo, su Juzgado ¿seguirá siendo una truchada?

Con el pedido de licencia de Carlos Arena, será el abogado Diego Ranieli quien ocupe esa banca como reemplazo, pero la pregunta es si el Juzgado de Faltas N° 2 seguirá operando con un titular «trucho», que jamás recibió el visto bueno institucional para ocuparse de esta dependencia.

Para entender la historia, es necesario remontarse a octubre del año pasado, cuando después de haberse constituido como una de las principales espadas de Nicolás Ducoté, como secretario de Gobierno primero y como concejal después, Ranieli se alejó de Cambiemos «avergonzado» por lo que consideró un proceder «indigno» del espacio en que militaba. Justo es mencionar aquí que hacía política mientras retenía para sí el Juzgado de Faltas N° 2, al que jamás renunció.

Ahora bien, cómo hacía Ranieli para desempeñarse en tantos trabajos y hacer de Juez de Faltas al mismo tiempo? Fácil, dejaba en su lugar a su esposa, Virginia Short. A cada licencia de Diego, Virginia se hacía cargo del Juzgado con, por supuesto, las facultades inherentes al cargo.

Es decir, la pareja cobraba dos sueldos por la misma ventanilla; el uno como titular, y la otra como reemplazante.

El caso es que si bien el amor conyugal es algo que se merece celebrar, quienes se vieron compelidos a pagar alguna multa en ese juzgado quizás no compartan esa alegría y hasta puedan verse beneficiados, ya que las penalidades firmadas por Virginia bien podrían carecer de validez legal, ya que, según las normas, el juez de Faltas debe recibir el acuerdo del Concejo Deliberante, en un procedimiento idéntico a la designación del Defensor del Pueblo. Diego lo tiene; Virginia no.

Y más aún: hace varios meses que Ranieli está de licencia, incluso de antes de que se decretara la cuarentena, así que vaya a saberse cuánto dinero recaudó el Juzgado con la esposa al frente en multas, ingresos que, por otra parte, no aparecen rendidos ante el municipio como corresponde.

Ahora bien, si alguien protesta por esta situación, ¿quién se hace cargo del perjuicio? ¿El municipio o el matrimonio?