Municipios
El empresario polirrubro que «enciende Pilar»
Este viernes 12 de marzo comenzó por el barrio La Pilarica el operativo por el que se prevé la instalación de unas 46 mil luminarias led en todo el distrito, anunciado en noviembre pasado y bautizado por el intendente De Achával como «Pilar se enciende».
A tal punto el entusiasmo del jefe comunal, que no vaciló en encabezar la cuadrilla encargada de los trabajos y llegarse al barrio para hablar con los vecinos y despacharse con un elocuente discurso, que tuvo más de campaña que de cercanía con la barriada.
«Esta política se inscribe en el ánimo de transformar nuestro distrito, de encender los corazones de los vecinos», dijo, en la certeza de que «con estas luces hoy se enciende la posibilidad de transformar un barrio y todo el distrito». «Los vecinos empiezan a sentir un Estado cercano, que escucha sus reclamos y asume sus compromisos y los cumplen. Hace dos meses asumimos este desafío y hoy es una realidad», agregó.
Para el intendente , el del viernes fue «un día muy relevante porque nos pone permanentemente en marcha». «Tenemos un desafío enorme porque hoy encendemos las primeras luminarias pero el compromiso es llegar a cada barrio, llevando luz, encendiendo nuestras calles y nuestro espacio publico que tiene que ver con el mensaje de llegar a cada pilarense con una posibilidad de esperanza”.
Ahora bien, de lo que De Achával se cuidó muy bien de hablar fue de la historia detrás de la instalación de estas luminarias, como que los concejales se la aprobaron en el paquete del Presupuesto 2021 sin haberlo leído siquiera y mucho menos analizado en profundidad, por ejemplo, y los detalles de la licitación, convenientemente amañada para que un empresario muy conocido, sobre todo por el arco político pilarense, dispusiera de los 1.300 millones de pesos que el municipio destinó a esta obra.
Cabe apuntar aquí que el proyecto incluye la compra, la instalación y el mantenimiento de dichas lámparas, y debe concluir en un plazo de tres años.
Vayamos por el principio: hace años que las cuestiones referidas al alumbrado público en Pilar corrían por cuenta de la empresa Lesko. Por definición entonces, era ella la que debía hacerse cargo de esa tarea, pero según trascendidos del mismo gobierno comunal, en una charla entre el Ejecutivo y Lesko, la prestataria habría advertido que no estaba en condiciones de hacerse cargo del plan.
Llamativamente, el municipio aceptó mansamente esa explicación, y sin exigirle el cumplimiento del contrato firmado oportunamente y que ataba a Lesko hasta el 2023, decidió convocar a otras empresas llamando a una licitación para la que ya se había previsto un ganador.
Otra versión asegura que De Achával no quería saber nada con Lesko por su antipatía personal hacia el concejal opositor Gustavo Trindade, por ese entonces pariente del director comercial de la empresa.
El caso es que se llamó a licitación, y se presentaron tres oferentes: la propia Lesko, Mantelectric, y una UTE integrada por firmas no muy conocidas. Las tres, de todos modos, aparecían las únicas en condiciones de hacer el trabajo como se exigía en el proyecto.
Lesko, obviamente y por aquel rechazo, fue eliminada de un plumazo, y de las otras, la UTE mencionada decidió retirarse por cuestiones que no vienen al caso, mientras Mantelectric se mostró muy interesada en continuar el proceso, aunque habría de toparse con una serie de inconvenientes «insalvables» que, al final, la dejaron fuera de juego.
Primero, quiso comprar los pliegos para la licitación, pero como no estaba registrada como proveedor del municipio, no pudo comprarlos. Mantelectric se inscribió entonces en el registro de proveedores, y ahí nomás le exigieron la presentación del balance 2019. Cuando lo presentaron, les pidieron más papeles que la empresa logró reunir para presentarse de apuro y a los sofocones el último día del plazo, pero justo en esa fecha, un viernes, la Dirección de Compras estaba cerrada por desinfección.
El apoderado de la empresa se presentó el lunes siguiente con un escribano, pero no hubo caso. «El plazo se venció», le dijeron en Compras, y Mantelectric quedó afuera de la compulsa.
Cualquier mal pensado podría considerar que se trató de una jugarreta para beneficiar a algún amigo de la casa, y, parece que tendría razón. Porque que Carlos Alberto Varela, el dueño de Transur, la recolectora de residuos, sea además el titular de la empresa que se quedó con la obra, provoca, mínimamente, alguna que otra suspicacia.
Qué casualidad. Resulta que ahora Varela, hombre que desde Transur supo ganarse no pocos «amigos» en el poder, incursiona también en cuestiones vinculadas a la electricidad. Incluso los vehículos destinados a la instalación de las luminarias son los mismos que recolectan la basura de los barrios de Pilar aunque adaptados a su nueva función. Ni siquiera se tomaron la molestia de taparles -o borrarles- el logo de la empresa primigenia.
Claro que de Varela no debería sorprendernos nada, ya que por lo visto es un polirrubro. Además de dueño de Transur, supo desempeñarse, no hace mucho, como secretario privado del entonces titular del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS); es decir, el ente encargado de vigilar la aplicación de las normas para el cuidado del medio ambiente bonaerense. Desde ese cargo, entonces e irónicamente, Varela se vigilaba a si mismo.
Pero las inquietudes del empresario no se agotan en la basura y, ahora, en la electricidad. También es representante de artistas como el ya fallecido Juan Gabriel, al que supo traer al Luna Park, y si alguien quiere que le canten los tres tenores de Il Divo, tiene que hablar con Varela, su representante en la Argentina.
Además, por su amistad con Claudio Tapia, el mandamás del fútbol argentino -al que llegó a reemplazar por un tiempo en la presidencia de Barracas Central-, Varela convirtió a otra de sus empresas, la Metro World Digital, en agente oficial del mercado digital de la AFA.
Tan cercano es el vínculo que, curiosamente, las aplicaciones de AFA Play para los principales celulares fueron desarrolladas por la empresa de Varela, que registra el mismo domicilio que Transur, en un complejo de oficinas del Km 50.
Cabe consignarse que Metro World Digital es una historia en sí misma, que excede a los derechos internacionales del fútbol. La empresa figura en los registros mercantiles a nombre de Mariana Yapur y Carlos Alberto Varela, y presentó su oferta para ser agente comercial digital de la AFA el 8 de noviembre de 2018, y fue aceptada por el comité ejecutivo. Pero pocos (o casi nadie) la conocían por ese nombre. Hasta el 29 de octubre de ese año se llamaba Metro S.A. Y antes era Metro Music, una productora musical.
Volviendo a sus actividades en Pilar, podríamos recordar aquí, por último, la proverbial «generosidad» de Varela para con varios concejales del distrito, muchos ex enrolados en el progresismo nac&pop que después de visitarlo en su oficina salían felices y exultantes, y con algunos medios de prensa, que jamás se permitieron siquiera una observación sobre los exagerados cánones que Transur cobra por recolectar la basura del municipio o la ineficiencia del servicio, sobre todo en los barrios que ahora es el encargado de iluminar.