Justicia inexplicable: Un matrimonio de Del Viso reclama la devolución de sus hijos

Carolina Salas y Francisco Oviedo son padres de 10 hijos, que por insondables -y sospechosos- designios judiciales fueron entregados a hogares y a distintas familias en abrigo primero y adopción después, sin que medien explicaciones más o menos razonables para la pareja.

Desde su pobreza y humildad, el matrimonio busca respuestas y, por supuesto, la devolución de sus chicos, un varoncito que bautizaron Pablo. A ella le dieron el alta, pero el niño quedó internado, y una mañana, cuando llegó al hospital para cumplir con el ritual de amamantar al bebé, se encontró con una dolorosa sorpresa: la municipalidad, según le dijeron, se había llevado al niño por orden de la jueza Alejandra Velázquez. «Lo tendría una chica de nombre Valeria», cuenta Francisco.

Disgresión necesaria: la jueza Velázquez, titular del Juzgado de Familia N° 1, fue destituída en 2017 por un juri de enjuiciamiento que la culpó de vender adopciones en Pilar.

Siguiendo con la historia, tras lo ocurrido con el bebé Pablo, los Oviedo recurrieron a los servicios profesionales del hoy concejal Juan Manuel Moraco, que poco después renunció a patrocinarlos aunque no explicó los motivos de su decisión.

Ahora bien, mientras luchaban para recuperar al bebé, en lo que la pareja califica como «un robo», por orden de jueces de San Isidro, les retiraron otros dos chicos más. Con el matrimonio quedaron dos hijos ya mayores de edad, que pidieron volver a su casa después de estar alojados en un hogar de Villa Rosa que cerró por irregularidades.

A los restantes, cuentan, «se los llevó Niñez del municipio diciendo que los llevaban a controles médicos».

Los Oviedo se muestran firmes cuando aseguran que «nosotros no entregamos ningún chico». «Aparentemente fue una denuncia de un vecino, que siempre fueron muy agresivos con nosotros incluso con  Carolina embarazada, a la que llegaron a pegarle y amenazarla con quitarle los chicos», dicen.

Insisten en que «a los chicos los llevaron cuando estaba la doctora Velázquez», previo a advertir que «no entendemos porqué pasa esto». «Tuvimos varias audiencias, y nos dijeron que los chicos ya estaba en plan de adopción, y que los sacaron porque no iban al colegio y estaban en la calle, lo que es mentira», aseguran.

«Los vecinos nos dijeron que varias veces, cuando nosotros estábamos trabajando, venían las asistentes sociales», agregan.

Curiosamente, consultados diversos vecinos de la familia, no vacilan a la hora de poner la cara por los Oviedo, destacando que los chicos estaban bien cuidados y que «se notaba que los querían». «Nunca los vimos maltratados ni nada que justificara lo que les hicieron», dicen.

Por ahora, a la pareja le queda seguir esperando una definición, ya que, al parecer, el expediente sigue en mesa de entradas del juzgado de Familia, y nunca llegó a manos del magistrado que debe decidir sobre la suerte de estos chicos y el reclamo de sus padres.