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La intendencia de Pilar y una conducta que se repite: para algunos si, para otros, ni agua
Cada vez que se celebra alguna fecha especial, las denuncias contra la «generosidad» de la intendencia de Pilar se repiten. Y Pascuas no fue la excepción.
El primer alerta vino del facebook de la consejera escolar Patricia Santoro, con una fotografía exhibiendo «estas cajas que han llegado a algunos merenderos». «Parece que Federico De Achával ha decidido a quienes se les debe distribuir», apuntó antes de mostrarse convencida de que «es miserable jugar con la necesidad de las familias; los que caminamos el territorio sabemos que si dicen algo les quitan la poca ayuda que reciben».
A lo largo del domingo, al posteo de Santoro se fueron sumando las historias, como la de Macarena Pérez Espinelli, que comanda un merendero en el barrio San Alejo. «Siempre nos hacen lo mismo para las fechas que entregan cosas, y en las iglesias o lugares que no tendrían que estar están. Indignación», escribió.
«La verdad que estoy re decepcionada una vez más con esta intendencia, De Achával y cómo se manejan. Todos los merenderos y comedores recibieron huevitos y roscas para los chicos, y una vez más nosotros, el merendero A Todo Corazón, nada. Gracias a Acción Social, gracias a los que entregan la mercadería, Matías, Cristian y demás, gracias por siempre dejarnos a un lado en todo. De Achával, sos un crack, un capo. La verdad te pasás. Ah, me olvidaba de Ayelén y Gabriel, que son los que representan a comedores y merenderos y a las organizaciones, ya que acá no nos trajeron porque no hacemos política. Ah, ahí está la razón. Dios los bendiga grandemente aunque no se acuerden nunca de nosotros», posteó Macarena en su largo y sentido descargo.
Por su parte pero en el mismo sentido, se expresó otra usuaria de la red social, Verónica Paola López, quien tras indicar que «tengo una olla popular hoy merendero y Saltamontes Comedor», sostuvo que «lo único que llegan son los (alimentos) secos, que son de mucha ayuda pero nada más».
«Es una lástima que ni siquiera por la cuadra repartieron, ya que esto es para unos pocos. Amiguismo», cerró la mujer.
Claramente, estos posteos demuestran que en Pilar la intendencia sigue incurriendo en los viejos vicios de la política en una desesperada carrera por arrimar votos. Evidentemente Federico De Achával, un hombre joven, del que cabría esperarse otras formas -no ya las que practicaban los ya anacrónicos «barones del conurbano»-, no puede imaginar el sumar adhesiones sino a través de la dádiva (a los propios) y el látigo (a los que se resisten al sometimiento).
Como que el intendente no estaría entendiendo que el hambre y la necesidad no respetan ni pelo ni marca, y mucho menos que la gran mayoría de los hambrientos y necesitados son los más chicos, justamente los que no votan.
Se puede entender la falta de gestión por el pretexto que quieran esgrimir; lo que no se entiende es la persistencia en esta conducta discriminatoria e insensible para con quienes se niegan a utilizar los comedores y merenderos como herramientas partidarias sino como una forma válida de paliar la angustia que, en muchos padres, provoca la carencia de un plato de comida para sus hijos.
(A.S:)