Municipios

Para los que viven en la calle, Pilar no tiene ninguna respuesta

Gustavo tiene 57 años, y por esas cosas de la vida, pasa sus días en la calle, durmiendo sobre el colchón que le arrimó algún vecino y rodeado de sus escasas pertenencias.

Eligió para instalarse una saliente en la pared, en la vereda de un conocido supermercado de Manuel Alberti, que, según le dice a «El 1° de la Mañana» (Cadena 94.9, Pilar), «cuido de noche». Al mismo tiempo, pueda ganarse algunos pesitos para algo de comida ayudando a los compradores, especialmente a las señoras mayores, a cargar sus bolsas de víveres.

No está solo en el mundo, tiene hijos  y hermanos que no lo saludan cuando pasan, pero agradece que «la gente, los vecinos, me den una mano». Le falta todo, y quiere juntar unos pesos para alquilar «aunque sea una pieza, así que veré qué puedo conseguir».

Claro que Gustavo no es el único en esta situación; muchas son las almas expuestas a la hostilidad de la intemperie, como el hombre que, en otra esquina de Alberti y en uno de los fines de semana más fríos en lo que va del año, se negó al plato de comida que le alcanzó una vecina compasiva, se durmió y ya no volvió a despertar.

Para ellos, como para Gustavo, la calle es la única opción, ya que Pilar, uno de los distritos más ricos del conurbano, carece de un parador medianamente confortable que pueda servirles de abrigo en estas noches inclementes.

Jamás hubo, por parte de las autoridades, al menos un proyecto en ese sentido, si se quiere darle contenido a aquello de «un Estado presente». Caso contrario, podría pensarse que sólo lo está para los que votan; los callejeros, en cambio, a veces ni identidad tienen.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

73 − 65 =

Noticias relacionadas

Follow by Email
Twitter
YouTube
Instagram
WhatsApp