Municipios

Villa Azul: “Nos vallan para no infectar a los demás pero acá adentro nos infectamos entre todos”

Villa Azul, el barrio popular comprendido entre Avellaneda y Quilmes, municipios que gobiernan Jorge Ferraresi y Mayra Mendoza, respectivamente, transita un aislamiento estricto dispuesto por el gobierno debido a la velocidad de contagios registrados en un período acotado. El arrabal, en el que conviven aproximadamente 5 mil personas entre los dos distritos, se transformó en una especie de isla, custodiada por personal policial que controla rigurosamente los accesos y las calles internas.

En declaraciones a la radio Real Politik, Alan Romero, vecino de Villa Azul, criticó los protocolos de seguridad e higiene dispuestos por el gobierno: “Eso demanda que nuestros vecinos, que realmente están necesitando esa bolsa de comida, se concentren en un punto para ser entregado”, afirmó. Del mismo modo, comentó que el otorgamiento de garrafas en el barrio junta a decenas de personas, poniendo en riesgo la salud y posibilitando nuevos contagios.

“Es ilógico lo que están haciendo. Están desinfectando para que el virus no se propague, pero dentro del barrio la gente se sigue moviendo”, indicó. En este sentido, contó que el Plan Detectar dispuesto por el gobierno no se está haciendo casa por casa y señaló que “hay un camión que está casi por fuera del barrio en donde uno por voluntad propia tiene que acercarse y hacerse el testeo”.

“Nos están vallando para que no infectemos a los demás pero acá adentro nos infectamos entre todos”, destacó.

Extendido entre Avellaneda y Quilmes, el barrio de Villa Azul está separado en dos mundos distintos: el de las conexiones de luz y agua ilegales, viviendas precarias y pésimas condiciones de higiene, del lado de Quilmes, y el lado en donde las casas cuentan con infraestructura y las circunstancias de vida son óptimas, en Avellaneda. Esto explica el número de contagios exponencial en Quilmes y escaso en Avellaneda, y marca la hipótesis de que el virus profundiza y evidencia la desigualdad.

“El contraste con Avellaneda es notorio, abrumador, en cuanto a comodidades. De un lado hay una villa y del otro un barrio”, explicó Romero, que trabaja en una empresa privada dedicada a la recolección de basura. “A la Villa 1-11-14 no la vallaron”, indicó.

Finalmente, expresó que “no se justifica el vallado en Villa Azul porque adentro se sigue circulando”, y agregó que “tanto Villa Azul, Villa 31, la 1-11-14 o Zabaleta están en la misma situación que nosotros”. En este marco, señaló que “es ilógico que el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, y el ministro de Seguridad, Sergio Berni, nos hagan esto”.

“Acá hay gente sana, gente que tiene permiso para trabajar. Hay policías, enfermeros, abogados. De repente nos encontramos con que todos tenemos arresto domiciliario. No nos dejan salir a trabajar”, afirmó y describió un escenario futuro poco alentador en Villa Azul, en tanto remarcó que “dentro de diez días vamos a tener mil casos y dentro de veinte, 2 mil”.

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