Nación
Banquete: 85.5 millones para el catering de Diputados

Luego de un 2020 en cuarentena y un 2021 con apenas diez sesiones, nuestros diputados se reunieron nuevamente para dar media sanción a una ley que permite al presidente negociar discrecionalmente con el Fondo Monetario. Aprobada esta breve norma, salvo la promulgación de algún nuevo derecho insubstancial, no queda mucha agenda parlamentaria para el resto del año. Sin embargo, la Cámara de Diputados ya encargó catering para las sesiones y eventos del año.
El servicio gastronómico es requerido para el desayuno, almuerzo, merienda, cena, tentempié y viandas diversas de las jornadas parlamentarias, y vitualla para otros eventos.
– Desayuno: medialunas de grasa y de manteca, frutas de estación y jugos de frutas exprimidos.
– Merienda: Alfajorcitos de maicena, yogurt con frutas o cereales, brochette de frutas, cereales, variedad de petit fours, cereales, locatellis, fosforitos, tostados de jamón y queso, medialunas con jamón y queso y medialunas de grasa y de manteca, gaseosas de primera línea y jugos de frutas exprimidos.
– Tentempié: budines, pasteles, locatellis varios, tostados y medialunas con jamón y queso, gaseosas de primera línea y jugos de frutas exprimidos.
– Almuerzo y cena: Sendas entradas, ensaladas individuales, tablas de fiambres y quesos, tartitas, empanaditas, y también postres variados: cuadraditos de diversas tortas, shots de mousse, flan con dulce de leche, brochette de frutas, ensalada de frutas.
– Para eventos: Diferentes tipos de viandas, medialunas, tablas de fiambres, empanadas, barritas de cereal, sandwiches de miga, locatellis de queso brie y rúcula, jamón crudo y tomates secos, pavita y tomate, etc.
Esta comilona tiene un presupuesto aprobado de $85.500.000,00 mediante la Licitación Pública con Orden de Compra Abierta (Expediente 2954/2021Expediente 2954/2021). El funcionario responsable de esto es Mario Alberto Álvarez, Subdirector de Legal y Técnica del HCDN.
El curro de las “Compras abiertas” merece un párrafo aparte. En estos contratos no se ejecuta un pago, sino que se establece un máximo supeditado a las cantidades requeridas efectivamente durante el plazo de vigencia. Con estos argumentos, esgrimidos recientemente por la Secretaría General de Presidencia, el gobierno parece reconocerse incapaz de planificar el comedor de la Casa Rosada. Pero no compramos la excusa. Tratándose del estado, podemos establecer casi como un principio que el presupuesto previsto será (al menos) el presupuesto ejecutado, hasta que se demuestre lo contrario; especialmente cuando hablamos de partidas para consumo discrecional de los representantes del pueblo.
Volviendo sobre la agenda, el Congreso se reunió para tratar una ley de una prolija y solitaria oración, que en un primer momento cerraba con la fórmula de ajuste: “para fortalecer reservas”, y que luego fue cambiada por “apoyo presupuestario”, porque los sandwichitos no se pagan solos.