Desencuentros, desencantos y deserciones en LLA Pilar

La crisis entre los libertarios pilarenses llegó, al parecer, para quedarse. En la anarquía reinante en la que todos y cada uno aspiran a mostrarse como referentes del espacio, las distintas tribus integradas por diversos perfiles -con mucho prontuariado- sólo están de acuerdo en un punto: congraciarse hasta arrastrarse con Sebastián Pareja y el «Nene» Vera.

Lo único que buscan con denuedo es una foto, tanto por parte de los concejales -bloque por otra parte inexistente desde lo operativo-, como los que desde afuera empujan para ingresar al HCD desde algún lugar más o menos expectante en la lista.

El conflicto se agudiza cuando, sin excepciones, incluidos los propios concejales, no hacen territorio, conscientes de la imposibilidad de militar, entre los vecinos, el roto discurso de «anticastas», las suspensiones y despidos de la industria y el comercio consecuencia de la recesión y un dólar subvaluado, y más allá de los datos oficiales sobre la inflación, el aumento sobre los alimentos que no se detiene.

En este contexto, la aparición de un liberal encabezando la lista de la Coalición Cívica, el periodista Claudio Ponce de León, generó tal confusión entre algunos sectores de la tropa libertaria al punto que provocó varias deserciones en ese espacio. Decepcionados, decidieron sumarse a la fuerza que preside Matías Yofe, un «lilito» de la primera hora.

Lo cierto es que aún cuando por su tarea periodística Ponce de León consolidó un fuerte vínculo con Javier Milei, coincidiendo en aquello de que el Estado debe ser más chico y eficiente, siempre consideró que el derrotero libertario no es más que una aventura que los argentinos «vamos a lamentar».

Ya en diciembre pasado, en la última emisión de su ciclo El 1° de la Mañana, Ponce de León sostenía que «Javier engañó a la gente; no le interesa seguir los casos de corrupción; maltrata a su propia tropa; y practica la economía para los amigos». «De liberal no tiene nada», afirmaba.