Escribe Ponce de León: éramos pocos, ¿y apareció un cisne negro en LLA?

Desde septiembre del año pasado vengo sosteniendo que un «tapado» o «cisne negro» estaba en las mentes de Karina Milei y Sebastián Pareja para Pilar.

Muchos seguidores de Javier Milei en nuestro distrito, algunos de la primera hora y otros provenientes del descarte de otras fuerzas políticas, comenzaron a moverse integrándose a las distintas tribus del oficialismo nacional. Y hablo de tribus porque la situación de La Libertad Avanza en suelo pilarense es casi anárquica.

En las últimas horas, apareció con fuerza un nombre que bien podría ser el elegido por Karina y Sebastián como una suerte de mesías del mileinismo local. Me refiero del empresario Elías Casagrande, cuyo nombre estaba tan oculto que nadie, todavía, tiene siquiera registro de su persona.

De quién se trata? He aquí algunos datos que pueden ilustrarnos acerca de Casagrande: no hace mucho que vive en Pilar, unos cinco o seis años, en uno de los tantos country’s de la zona, procedente de Villa Ballester, partido de San Martín.

Dicen de él que un «hábil negociador», atributo que tal vez heredó de su propio padre, convertido a estas alturas en casi una leyenda en San Martín en materia de tratativas con la gente más «difícil» y «conflictiva» de ese distrito.

Y entre negocio va y negocio viene (es, entre otras cosas, el dueño de la cadena de heladerías Ruta 66, con su principal sucursal en la calle Pacífico Rodríguez, justo enfrente de la municipalidad de San Martín), Casagrande decidió en 2010, dedicarse a la política.

Participó de la Agrupación Empresarial Juan Perón, integrante de las 62 Organizaciones, alineado con el ya fallecido Gerónimo «Momo» Venegas, desde donde se encolumnó tras el proyecto «Duhalde Presidente». De esta forma, militó en el Peronismo Federal hasta el 2014, cuando con su agrupación Todos por San Martín se sumó a las filas del PRO, encantado con la candidatura de Mauricio Macri, convencido de que «en Argentina hay muchas cosas que están bien y muchas otras que están mal; él tiene la capacidad de corregir esas cosas que están mal”.

Incluso en el 2015 inauguró -y financió- un local de Cambiemos en la Ruta 8 junto al radical Ricardo Ivoskus, dos veces intendente de San Martín.

Para el 2023, con Cambiemos casi disuelto, Casagrande decidió que era hora de un golpe de timón, y abrazó con fervor la causa libertaria, desde donde aparece ahora dispuesto a pelear su conducción en Pilar.

A estas altura y conociendo como conozco los procederes de Karina y Sebastián, creo que vale la pena preguntarme cuánto «fervor» le habrá costado a Casagrande su pretensión de encabezar la lista de candidatos a concejales y, para más adelante, a intendente.

¿Será Casagrande el nuevo Tito del intendente De Achával? Esto, debido a que el concejal quedó muy golpeado ante sus votantes después de haberse mostrado como un pseudo opositor?

Sea como fuere, Juan Martín Tito ya no le sirve a De Achával a la hora de engañar con el cuento del opositor. Tendrá que inventar otra cosa.