Por el cobro ilegal de fotomultas: D’Onofrio y Pombo investigados por asociación ilícita

Otra de las andanzas de los Bonnie and Clyde locales en la mira de la justicia. Un fiscal bonaerense investiga a ambos por una presunta asociación ilícita vinculada al cobro ilegal de infracciones de tránsito, tal como se adelantó oportunamente desde este portal.

La novedad fue escuchada la noche de este lunes de boca del periodista de La Nación + Daniel Bilotta, quien entre otros puntos no se privó en recordar la condena que pesa sobre la presidente del Concejo Deliberante de Pilar por «malversación de caudales públicos en calidad de sustracción», de la época en que dirigía un Registro de la Propiedad Automotor en la localidad de San Miguel y «se olvidaba» de direccionar los pagos bancarios por sellos y timbrados a la principal entidad crediticia provincial.

En el caso de los denominados «borramultas», según el periodista, la justicia realizó varios allanamientos tanto en el Ministerio de Transporte bonaerense como en los Juzgados de Faltas que dependen de ese organismo, y en esos procedimientos, se advirtió en poder de Pombo (con despacho contiguo al de Jorge D’Onofrio (?)) tres claves de las 120 de acceso al Sistema Integrado de Información sobre Multas y Sanciones por Infracciones de Tránsito (SIMIT).

Cabe explicar que accesar al SIMIT permite ubicar las multas y ofrecer este servicio de, por una comisión, permitir que el infractor pague mucho menos de lo que se le exige, lo que implica, obviamente, un claro perjuicio a las arcas provinciales y municipales, ya que la recaudación por infracciones se divide en un 20 por ciento para la provincia y el 80 por ciento restante para los municipios.

La maniobra, que sin dudas no puede realizarse sin la anuencia de funcionarios, resultaría en alrededor de dos millones de dólares mensuales para los implicados, principalmente para cuatro: el propio D’Onofrio, su pareja y mano derecha Claudia Pombo, y los jueces de Faltas Mario Quatrocchi (La Plata y San Isidro, por subrogancia), y Marcelo Peralta (Mar del Plata y Azul, también por subrogancia).

Puntualmente, respecto a la presidente del Concejo Deliberante de Pilar, el fiscal Álvaro Garganta quiere saber si lidera una banda de abogados y gestores que ofrecen este «servicio», y si la misma Pombo y el juez Quatrocchi son los titulares de una empresa en España, más precisamente en Málaga, controladora de dos restaurantes en esa ciudad.

También investiga a Facundo Asencio, dueño de un Audi de 150 mil dólares que maneja D’Onofrio. Se trata del ex yerno de Pombo, casado con Agustina Cuadra, la hija diseñadora de Pombo, y designado hace un par de años por el ministro en Transporte con rango de director.

Los diseños de Agustina tampoco quedan fuera de la investigación, ya que la justicia cree que su marca, «Papín» (ropa para niños), les sirve a los implicados para lavar el dinero proveniente de las maniobra con las fotomultas.

Por otra parte, y como cereza de la torta, D’Onofrio habría perdido la protección de su principal sostén, Sergio Massa, molesto por algunas actitudes del ministro como haberse acercado demasiado al gobernador Kicillof apoyándolo en sus pretensiones presidenciables, algo que el tigrense considera propio. Más aún, no faltan los que aseguran que sería el mismo Massa el que fogonea esta investigación que podría dejar a D’Onofrio y su prole fuera de juego.

Al respecto, el periodista Claudio Ponce de León -que relanza su El 1° de la Mañana el lunes próximo-, se reconoció «satisfecho» porque «las andanzas de estos saqueadores del Estado hayan llegado y consolidado en su tratamiento por parte de los medios nacionales».

«Hace tres o cuatro años, cuando desde nuestra producción periodística y con el presidente de la Coalición Cívica Matías Yofe, comenzábamos a desenmascarar a estos personajes y tanto el Concejo Deliberante como el intendente De Achával ninguneaban nuestra denuncia», agregó antes de advertir que «el tiempo pasó, y ese ninguneo se transformó en una enorme preocupación para ambos, a tal punto que no pueden salir de la irracionalidad».

En ese sentido, se refirió a «concejales asustadísimos por el escándalo, entrampados en la vergüenza de su silencio». «Inmóviles, sin reacción, quedaron en el ridículo, y un intendente que sostuvo a rajatablas un acuerdo espurio con D’Onofrio y Pombo a espaldas de la sociedad», consignó.

Para Ponce de León «es evidente que a esta altura el escándalo les ha mojado la oreja; se han convertido en el comentario indignado y socarrón de la sociedad pilarense, de lo que no podrán volver». «Con semejantes antecedentes, cómo no pensar que la señora Pombo sigue ‘comercializando’, usufructuando económicamente de cuestiones neurálgicas que pasan por el Concejo, compartiendo las ganancias con concejales que por algo la respaldan como Adriana Cáceres», cerró.