Provincia
Aún abandonado, el Estadio Único de La Plata gasta 1.7 millones en publicidad
El director ejecutivo del organismo, que responde políticamente al jefe de Gabinete, Carlos Bianco, hizo caso omiso a los pedidos de refaccionar las instalaciones y optó por cartelería de vinilo para promocionar el nuevo nombre y a su líder político.
La gestión de Enzo Vigliano, quien según los propios trabajadores del Estadio Único “fue puesto a dedo por el jefe de Gabinete de la provincia de Buenos Aires, Carlos Bianco, sin tener conocimiento del manejo interno del organismo”, fue duramente cuestionada desde sus inicios. Con el correr del tiempo, lejos de redimirse, sus decisiones no hicieron más que acrecentar las críticas.
A pesar de que el personal de carrera continúa reclamando por mejoras edilicias, asegurando que el estadio se encuentra en una situación “de completo abandono”, con instalaciones enteras abandonadas, paredones que no conducen a ningún lado y el paradigmático techo con importantes faltantes que hace meses que se mantienen igual sin que nadie los repare, Vigliano se despachó con una licitación multimillonaria para poner carteles institucionales.
Bajo el número de proceso de compra 28-0218-PAB21, el alfil de Bianco gastará un presupuesto de 1.780.888 pesos en lonas y vinilos. Vale recordar que los mismos, según un protocolo firmado durante la gestión de Daniel Scioli, no pueden ser utilizados en espacios reservados para productores y publicidad durante eventos, y tampoco se trata de carteles indicadores, sino que están destinados a promocionar la jefatura de Gabinete del jefe político del inexperto Vigliano y posiblemente el nuevo nombre del Estadio Único: Diego Armando Maradona.
Mientras tanto, el Estadio Único, que fuera considerado en su inauguración en el año 2010 como una de las maravillas arquitectónicas de Sudamérica, emblema de la corrupción nacional, continúa arrastrando la desidia de una administración largamente criticada, especialmente hacia el propio Vigliano y una de sus alfiles, Claudia Natalia Castro, quien a pesar de ostentar un salario de 158 mil pesos –muy por encima que el promedio de los trabajadores de carrera del organismo –y de polémicos antecedentes laborales en la Fundación Estadio Ciudad de La Plata, continúa siendo señalada como una de las principales responsabilidades de las irregularidades existentes.