Provincia

Concejalías testimoniales en Pilar: estafa al electorado o falta de cuadros políticos?

Tres concejales del oficialismo volverán a sus lugares en el Ejecutivo: las secretarías de Gobierno, Desarrollo Social, y de la Mujer.

Recién asumieron sus bancas, y ya el intendente Federico De Achával anunció que Santiago Laurent, Eva Molina y Paula González retornarán a sus puestos en el Ejecutivo.

De esta forma, De Achával confirmó que mantendrá su equipo de colaboradores que habían formado parte de la lista.

De Laurent (Gobierno) dijo que “ es importante tenerlo cerca» ya que «tiene un rol muy importante desde el diálogo y la visión política”, en tanto de González (Desarrollo Social) consideró que » el acompañamiento alimentario fue muy importante», lo mismo que «otros programas como banco de herramientas o emprendimientos», y que con ella «queremos ampliar esa política pública”.

De Molina, por su parte, después de reparar en que «este año fue muy particular con la violencia intrafamiliar y doméstica, y violencia de género», se mostró convencido de que ella «ha encontrado un muy buen equilibrio y mucha presencia territorial».

En sus lugares en el Concejo asumirán quienes ocupaban el 7º, 8º y 9º lugar: Juan Pablo Trovatelli, actual funcionario en el área de Gobierno y ex Defensor del Pueblo de Pilar, Marcia González que iniciará así su segundo período en una banca, y Manuel Torres de la juventud del Frente de Todos.

Claro que las candidaturas testimoniales no son nuevas ni exclusivas de Pilar. Quizás la primera, o al menos la más recordada o emblemática fue la del difunto Néstor Kirchner en 2009, cuando accedió a una banca de diputado por la provincia de Buenos Aires. En este caso el ensayo no resultó del todo exitoso, ya que su lista, la del entonces Frente para la Victoria que con su presencia pretendió reforzar, perdió por tres puntos frente a la nómina que encabezaba el «tendero colombiano» (Giacobbe dixit) Francisco De Narváez.

El caso es que desde entonces, tomando el ejemplo del ex presidente, en el peronismo y sus fuerzas aliadas se multiplicó esta forma de armar listas, con nombres impactantes que después optaban por una «licencia», y dejaban su lugar a los que seguían en la nómina, la mayoría de las veces con pobrísimos resultados.

Ahora bien, apelar a este recurso provoca no pocos interrogantes, especialmente en el pago chico. En principio, si los mencionados eran tan buenos funcionarios, como él mismo declama, cómo es que los dejaba ir al Concejo donde las posibilidades de «lucimiento» son bastante menores que en el Ejecutivo. O es que acaso el oficialismo se quedó sin cuadros, sin figuras convocantes, que resulten atractivas para el electorado. O, quizás, se trate de una maniobra para que los que se quedan en el cuerpo no alienten demasiadas expectativas ya que están a tiro de regreso.

Vaya uno a saber. La cuestión es que los que votaron la lista del Frente de Todos, exceptuando el núcleo duro, el que acepta todo sin discutir o cuestionar, ya manifestaron (en voz baja) su decepción por la decisión, lo que obviamente no altera de ninguna manera los ánimos del intendente. Por lo demás, nos quedaremos sin saber cuáles iban a ser los aportes a la calidad de vida de los pilarenses por parte de los retornados. Es el caso puntual de Laurent, que por segunda vez se convierte en un concejal puramente testimonial. Tal vez debamos evitarnos el trabajo de votarlo en el futuro, atendiendo a que jamás, por lo visto, se sentará en una banca.

 

 

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