Provincia
Editorial: De caprichos, un país sin agenda, e intendentes casi sin apoyo
Por Claudio Ponce de León (*)
Alguien tendrá que, en este hermoso pero castigado país, separar la paja del trigo. Esto es, necesitamos separar a la política de la justicia; los casos de corrupción por un lado, y una agenda país con diez prioridades básicas, por el otro.
No podemos estar todos detrás de un capricho de CFK que tiene su farsa bien guionada y con relato propio.
Alguien, o algunos, deberían ocuparse de la Argentina -pobreza, inflación, falta de inversiones, desempleo y más pobreza-. A algunos esto de la pobreza y la dependencia les es un gran negocio. Pero no a todos.
Hemos visto durante este fin de semana la más contundente demostración de una suerte de secta política que quiere quebrar la paz social, habiendo abandonado ya la gestión de gobierno con todo tipo de desmanes y provocaciones constantes.
De verdad alguien puede creer que CFK es una líder política? Una líder que manda al choque a su propio pueblo?
El relato está armado ¿para defender lo indefendible de una vicepresidente a todas luces corrupta?, o ¿ porque la gestión se les fue de las manos y han chocado el país?
Para ambas cosas.
La locura y el desquicio político se ha extendido a gran parte de la Argentina. Hemos visto a gobernadores e intendentes, y a mucho asalariado del gobierno, llamar a la población a movilizarse, como el jefe comunal de Pilar, Federico De Achával.
¿Usted obedece a la señora por convicción o por temor a un carpetazo?. Si usted es abogado, ¿cómo hace pare creer que la persiguen por santa?. Usted haga la suya, haga lo que quiera, pero no nos tome por boludos.
Por otra parte, el sábado se celebró en varias localidades del distrito el «Día del Niño». Bien por el festejo, peo cuánta vergüenza entregarles a los chicos sus regalos en una bolsita con el logo de la municipalidad de Pilar.
El caso es que después de esa celebración, porque nada queda librado al azar, en una plaza pequeña de Presidente Derqui, el intendente aprovechaba aquella desconcentración para para un acto en el que llamó a la sedición y a la ruptura de la paz social.
Esto, ante menos de un centenar de personas que, con aire distraído y las manos en los bolsillos, con la vista en el suelo, pateaban piedritas. Había poco calor cristinista, quizás pensando en no dejarse utilizar por la dirigencia como carne de cañón.
(*) Periodista, conductor de El 1° de la Mañana, Cadena 94.5, de lunes a viernes a las 10.