Provincia
Educación, el ministerio que se agranda
Mientras son constantes los reclamos salariales y mejoras en las condiciones de trabajo, la Dirección que conduce Agustina Vila no se achica y agiganta su estructura con más cargos y presupuesto.
Mientras la pandemia no da tregua, los casos de coronavirus van en continuo crecimiento y las clases no vuelven, la Dirección General de Cultura y Educación (DGCyE), que conduce Agustina Vila, modificó el organigrama de la cartera, con nuevas áreas, más presupuesto y flamantes cargos.
Con los organismos vacíos, o con nula actividad, la gestión Vila dio luz verde para incorporar una mayor estructura burocrática con la creación de las Subsecretarías de Planeamiento y de Infraestructura dentro de la DGCyE (que en la anterior administración dependían de la Subsecretaría Administrativa).
De esta forma, se reorganiza la cantidad de distritos de la Dirección Provincial de Infraestructura con el justificativo de hacer más equitativa la distribución en las zonas centro, norte y sur de la Provincia; se redistribuye el personal actual y se crearían doce nuevos cargos por área.
Fuentes consultadas por este medio señalaron que este flamante esquema implica cambios en el área Infraestructura al tiempo que se multiplican los pedidos de mejoras y más obras ante un eventual retorno a las aulas.
Las organizaciones gremiales opositoras a la actual gestión pusieron el acento en cuestionar la nueva modificación, mientras que no se da respuesta a los pedidos de reincorporación de trabajadores despedidos, como tampoco al incremento de los salarios, o bien al cumplimiento del pago del plus por teletrabajo, entre tantos otros reclamos. También cuestionaron que la creación de estas estructuras implica más nombramientos, al tiempo que el pago de los mismos se haría con los módulos por teletrabajo que destinó el gobierno al ministerio, esquivando el fin por el cual fueron creados.
Basta recorrer el Boletín Oficial de la Provincia desde el inicio de la pandemia para observar cómo se concretaron los nombramientos en la cartera de Educación, sin priorizar las tareas y peticiones de más recursos por parte de los docentes y trabajadores que ponen el cuerpo desde sus hogares o en las calles en medio de una emergencia sanitaria. Debe añadirse el incremento de recursos al área educativa que recién se conocerá cuando se apruebe el presupuesto del próximo año.
En el expediente que formalizó los cambios del organigrama se sostuvo que, en la ampliación de Infraestructura, se propuso “modificar las dependencias funcionales bajo su órbita atento a la gran demanda en infraestructura edilicia educativa que presenta la provincia de Buenos Aires, y el compromiso que la Dirección General de Cultura y Educación ha tornado a los fines de solucionar la misma”. Sin embargo, y más allá de la embestida gremial y de los legisladores de la oposición, son escasas las obras en los establecimientos y los planes anunciados no alcanzan a satisfacer las necesidades de la comunidad educativa.