Provincia
Ramos Padilla, el elegido para el Juzgado Federal electoral en Provincia
El presidente de la Nación envió el pliego al Senado para que el magistrado de Dolores ocupe la silla vacante frente al juzgado federal que controla las elecciones en territorio bonaerense. Había quedado primero en la terna.
Se terminó el misterio. Finalmente, se conoció el candidato elegido por el Poder Ejecutivo Nacional para ocupar una de las sillas más importantes de la Justicia Federal. Se trata del Juzgado N° 1 de La Plata, con competencia electoral en territorio bonaerense.
Para el cargo, quien fue propuesto por el presidente Alberto Fernández es el magistrado Alejo Ramos Padilla, quien quedó primero en la terna.
Según trascendió, el pliego del juez federal de Dolores -que investiga entre otras causas el presunto espionaje ilegal a cargo del falso abogado Marcelo D’Alessio, en complicidad con el fiscal Carlos Stornelli y el periodista Daniel Santoro-, fue remitido al Senado, con las firmas de la ministra de Justicia, Rosario Losardo, y el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.
El juzgado federal de La Plata tiene potestad para intervenir ante posibles controversias electorales en la Provincia. Tiene decisión ante temas tan candentes como la presentación de listas electorales, impugnaciones, financiamiento de los partidos políticos y hasta denuncias por presunto fraude o alteración de resultados en comicios.
El ambicionado sillón viene siendo subrogado desde 2014, cuando se produjo la muerte del juez Manuel Humberto Blanco, sitio que fue ocupado en forma provisoria por María Servini de Cubría.
Posteriormente actuaron como subrogantes otros magistrados, como el juez de La Plata Adolfo Ziulu (subroga en estos momentos) y, durante las últimas elecciones, por el juez federal de Tres de Febrero, Juan Manuel Culotta, hoy a cargo de la Comisión de Selección del Consejo de la Magistratura y quien llevó adelante el proceso electoral de 2017.
En estos momentos, dos magistrados se reparten las competencias subrogadas del anhelado juzgado: Ernesto Kreplak en cuanto a lo penal, y Ziulu en el aspecto electoral.
Tras el fallecimiento de Blanco se abrió el procedimiento constitucional previsto para el reemplazo, un camino que no estuvo exento de polémicas, especialmente tras la designación de Laureano Durán para dicha subrogancia, ya que en ese momento se desempeñaba como secretario contratado y tenía el cargo de escribiente en la Sala I de la Cámara Federal platense, por lo que fue cuestionado por diversos sectores, entre ellos la UCR.
Lo cierto es que Durán fue apartado luego de que la Corte Suprema ratificara un fallo en primera instancia declarando ilegal la Ley de Subrogancias, con lo que Servini tomó el lugar del joven juez, hijo del excamarista Alberto Ramón Durán.
Con el correr del tiempo, los mecanismos se aceitaron y el Consejo de la Magistratura comenzó a cumplir los pasos pertinentes para elegir a la terna que elevaría al Ejecutivo para, por fin, designar un juez natural en la capital provincial tras el visto bueno del Senado.
Así, la Comisión de Selección de Magistrados definió la terna propuesta para quedarse con el estratégico juzgado, según el orden de méritos.
La grilla estuvo encabezada por el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, seguido por Jorge Eduardo Di Lorenzo y Laureano Durán, en los puestos 2 y 3. Y aunque sea una práctica que el Ejecutivo elija el nombre del primero de los postulantes para remitirlo, no tiene obligación legal de hacerlo, tanto que Mauricio Macri pidió la designación del platense Durán.
Además de los tres integrantes de la terna, fueron entrevistados otros seis competidores por el cargo federal que está vacante desde 2014: Domingo Esteban Montanaro, Roberto José Boico, Diego Isasa, Andrés Salazar Lea Plaza, Matías Alejandro Latino y Juan Martín Nogueira.
Por orden de méritos, el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, encabezó las postulaciones, seguido por Jorge Eduardo Di Lorenzo y Laureano Durán, en los puestos 2 y 3.
La puja por quedarse con el juzgado clave en la Provincia dividió aguas en su momento, incluso dentro del propio espacio que conforma el Frente de Todos.
Ramos Padilla contaba con el beneplácito de sectores claramente kirchneristas, especialmente del grupo jurídico del Instituto Patria. Por su parte, el “albertismo” no veía con desagrado a Durán, quien contó luego con el visto bueno del macrismo, a pesar de que muchos lo vincularon a la órbita del peronismo por su pertenencia a la agrupación Justicia Legítima.
Con el tiempo, el perfil de Ramos Padilla fue en franco crecimiento, especialmente por encabezar la investigación sobre la presunta existencia de una red de espionaje ilegal.