La expectativa de todo lector de encuestas radica en la simplificación de saber quién va a ganar una elección.
Sin embargo, nuestro deber es retratar la complejidad de los procesos de tomas de decisiones, más que caer en la
tentación de aventurar resultados en carácter de adivinación.
Escenarios provincia de Buenos Aires
La de Provincia de Buenos Aires es una elección compleja para investigar. Sabemos que el Frente de Todos está lejos del rendimiento electoral del 2019, y que las elecciones serán más parecidas a las legislativas del 2017, 2013 o 2009.
También sabemos que los genéricos valen más que los productos. El Frente de Todos como herramienta contra Macri y el neoliberalismo, Juntos como herramienta contra Cristina y el populismo, los liberales como herramienta
contra todos, y el peronismo no-K como añoranza de un peronismo que intenta recuperar la dignidad, valen más que Tolosa Paz, Santilli, Manes, Espert y Randazzo.
El clima es de angustia y frustración aunque en las nubes de palabras del estudio anterior parezca lo contrario, y las acciones del voto serán mayormente de castigo. La esperanza (palabra mayormente utilizada) se deposita en
“ganarle al otro” más que en un conjunto de ideas. Un clima difícil para respirar y también para auscultar
La primera dificultad a desentrañar es cuál será el nivel de AUSENTISMO que habrá en las PASO. El comportamiento electoral histórico hasta ahora marca una merma de 6/8% entre las primarias y las generales.
Esta encuesta no prevé una merma mayor a la normal, pero estimamos que de todas formas puede materializarse. En ese caso habría que entender que los instrumentos de medición no pueden registrarlo porque se trata de ciudadanos que tampoco quieren contestar preguntas. El ausentismo esperado (y el no esperado) impactarían mayormente sobre el voto opositor, que se recuperaría para las elecciones generales.
La segunda dificultad son los INDECISOS, que muestran un nivel de disgusto enorme por la situación del país y por toda la oferta electoral. La pregunta es qué herramienta utilizarán para expresar sus sensaciones: ausentismo, voto en blanco, o voto “en contra de”.
En la pregunta de intención de voto por espacios políticos representan el 17%, de los cuales casi la mitad aporta indicios de cercanía a alguna opción electoral, de modo tal que se pueden proyectar hasta que quedan 9.1% remanentes imposibles de dilucidar. Medido por candidaturas personales, resultan 15.3% que pueden reducirse hasta 8%.
Es decir que todavía hay, aproximadamente, 1 de cada 10 bonaerenses por decidir su comportamiento.
Sobre los votos afirmativos
Con los datos de votos afirmativos, el FRENTE DE TODOS arranca de un piso de 28% que se proyecta hasta 33%. JUNTOS arranca de 33% y puede proyectarse hasta 35%. En la interna opositora, la diferencia a favor de Diego Santilli por sobre Facundo Manes ha ido creciendo hasta superar los quince puntos.
Fuera de la polarización, las opciones LIBERALES pueden aspirar a un piso de 9.7% proyectado a 11.7%. Dentro de ese mundo, José Luis Espert captura prácticamente todo el electorado. Las opciones PERONISTAS NO-K se muestran apenas arriba del 4%, siendo Florencio Randazzo quien captura el genérico. Los números son parecidos para las opciones de IZQUIERDA donde Nicolás Del Caño es el preferido.
Hay dos grandes secretos para la concreción de los números de los que están por fuera de la grieta: que el clima no se polarice más y les succione votos, y que puedan defender la boleta en los cuartos oscuros. Esta última, el punto más débil de los liberales en particular.
El resto de las opciones han sido fusionadas en la categoría “otros”. Todas están por debajo del 1.5% necesario para acceder a las generales. Pero en una muestra con 2% de margen de error como la presentada en este documento, cualquier 1% puede ser 3% tranquilamente.
La última semana de campaña, los errores y los escándalos influirán en la decisión que tiene que tomar el electorado decidido (ir o no a votar) y el electorado indeciso para terminar de pulir estos números.
Escenarios Ciudad de Buenos Aires
La de Ciudad de Buenos Aires resulta una elección más clara, donde de todas formas hay procesos interesantes en curso. Al igual que en la Provincia de Buenos Aires, el probable ausentismo y el voto en blanco como síntomas de disgusto total, pueden cambiar el pH de la elección, pero no la tendencia de los resultados.
Los indecisos también son muchos, pero no pueden torcer los resultados, sino mejorar el resultado de algunos candidatos.
En la pregunta de intención de voto por espacios existen en un 15.9%, que luego de proyectar los posibles, descienden a 6.1%. Por candidatos, los indecisos asumen valor 14.1% que se reduce a 7% con proyección.
El FRENTE DE TODOS arranca la carrera desde su 22% histórico, que puede proyectarse hasta 24,5%. Leandro Santoro, como candidato, llena bien el espacio que ocupa. Aún perdiendo, estos números lo posicionan como heredero del segundo espacio electoral de la Ciudad, que es una plataforma nada despreciable.
JUNTOS POR EL CAMBIO se encamina a cumplir las expectativas de rendimiento mínimo como espacio. Arrancan de 42% que puede estirarse a 47%. Dentro de ese mundo de oposición al kirchnerismo y defensa de la gestión local, María Eugenia Vidal ha logrado convertirse en el instrumento preferido de ambas necesidades, y Ricardo López Murphy ha conseguido heredar buena parte de la intención de voto de Patricia Bullrich y del público liberal.
Las opciones LIBERALES y Javier Milei en particular pueden aspirar a romper la barrera del 10% en tanto y en cuanto la polarización se estabilice y puedan defender la boleta en los cuartos oscuros. Por la IZQUIERDA se puede aspirar al 5%, donde Myriam Bregman captura la mayor parte del genérico.
Al igual que en la Provincia, el resto de las opciones que se muestran por debajo de 1.5% se encuentran comprendidas en la categoría “otros”. En esta muestra con 2.6% de margen de error, cualquier 1% puede hipotéticamente asumir valor 3.6% sin mayor problema y acceder a la general.
(*) Licenciado en Comunicación Social, director de la consultora Giacobbe & Asociados.
