Destacados

INCAA: subsidios millonarios a películas que no ve nadie

Durante los últimos 4 años el INCAA – Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales- destinó un total de $11.330.714.875,30 a producciones argentinas con resultados de taquilla y audiencia decepcionantes.

Según lo dispuesto en el artículo 564 de la Ley Ómnibus enviada al Congreso por el Poder Ejecutivo, el Fondo de Fomento Cinematográfico, administrado por el INCAA, solo conservará como fuente de financiamiento el impuesto del 10% sobre el precio básico de cada entrada de cine emitida, suprimiéndose el 10% aplicable “al precio de venta o locación de todo tipo de videograma grabado“, conforme a la Ley de Fomento Cinematográfico, como así también los ingresos derivados del 25% de la recaudación del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM), obtenidos a través del impuesto aplicado a la facturación de los canales de TV y servicios de cable. La eliminación de la principal fuente de financiación del Fondo ha generado el enojo de un grupo de actores, ya que según el nuevo texto normativo, ahora los recursos serán determinados por el Presupuesto Nacional.

En base a documentación publicada en el Boletín Oficial de la República Argentina, INCAA  y Presupuesto Nacional 2023, de las 682 películas estrenadas entre 2020 y 2023, solo 12 superaron los 100.000 espectadores, y únicamente 2 lograron rebasar el millón.

El 95% de estas producciones, representadas por 643 filmes, registraron audiencias inferiores a 10.000, mientras que el 67% (456 de ellas) tuvieron menos de mil espectadores cada una. Sorprendentemente, 24 películas atrajeron a menos de 10 espectadores, con 3 de ellas siendo vistas únicamente por un reducido público de 2 personas.

Al analizar el desempeño de películas subvencionadas en términos de recaudación y audiencia, se revela un panorama desalentador. Un ejemplo destacado es la película “La Bruja de Hitler“, que sólo del INCAA recibió $47.571.852,87. A pesar de esta inversión, la recaudación no superó $1.584.414, y la película fue vista por un modesto público de 4.236 personas. De manera similar, “La Reina Desnuda” fue subsidiada con $32.160.841,60. Sin embargo, la película atrajo a solo 1.491 espectadores y generó una recaudación mínima de $272.298. Estos ejemplos evidencian la discrepancia entre la inversión millonaria del INCAA y los resultados deficientes en términos de audiencia y taquilla.

Los números oficiales son representativos de la tendencia general, donde las “estrellas” que respaldan estos subsidios multimillonarios no garantizan la afluencia del público ni la recaudación esperada.

Tomemos el caso de Jorge Marrale, director de la SAGAI. Su última película, “La Burbuja“, recibió $34.793.694,57 del INCAA, pero su audiencia se limitó a 679 personas que generaron una recaudación de tan solo $393.837.

Gabriel Goity, otro actor en la vanguardia de la defensa del financiamiento estatal, protagoniza “El Villano“. Subsidiada con $15.638.325,47 la película fue vista por 1.085 personas recaudando magros $291.581. Estos ejemplos resaltan la desconexión entre las inversiones millonarias del INCAA y el modesto rendimiento en términos de audiencia y ganancias.

Mientras que las 10 películas extranjeras más vistas de 2023 juntaron más de 20.5 millones de espectadores, las 10 películas argentinas más taquilleras apenas alcanzaron a sumar 2.6 millones en el mismo período. La razón de esta disparidad es evidente: las películas argentinas no están hechas pensando en el público, sino en la recaudación de subsidios estatales.

Las acciones emprendidas por el INCAA con fondos públicos revelan un enfoque político alineado con la Agenda 2030. Durante 2022 se llevaron a cabo diversos eventos como “Microrrelatos”, centrados en historias breves de juicios de Lesa Humanidad, con cortos audiovisuales de la Secretaría de Derechos Humanos. Junto al INADI, se organizó el evento del “Día Nacional de los Afroargentinos“, y en Bernal se realizó el ciclo de Cine Debate “Pioneras de las luchas feministas“.  También se promocionó un ciclo de “Cine por la identidad“, y desde el CCK se difundieron actividades de programas feministas como “Gafas Violetas – Cine con perspectiva de género”, “Cine Inclusión”, “Cine Marrón” y la “Coordinación de Diversidad y Género”. Además, se implementó un programa de cine en las cárceles, como el caso de la Alcaidía Departamental La Plata III, donde se proyectó la película “Gilda” de Natalia Oreiro, que fue vista por 10 personas (!), el Carrousel Orgullo LGTBIQ+, proyección de documentales relacionados con la temática de la Ley pro Aborto, y documentales feministas como “No nos callamos más! Juicio Ético y Feminista a la justicia Patriarcal“.

El evento especial de despedida del año 2022, realizado en el Cine Gaumont, donde el INCAA presentó las 10 películas argentinas más elegidas por el público, evidenció la desconexión entre las expectativas y la realidad, al lograr reunir apenas 1.247 espectadores, equivalente a 124 personas por película, un sexto de la capacidad de la sala principal del complejo.

Con una dotación de 645 empleados y un presupuesto anual de $10.778.658.800 en 2023, el INCAA enfrenta críticas por la asignación de subsidios multimillonarios a producciones con resultados decepcionantes, planteando serios interrogantes sobre la asignación de recursos públicos para solventar las aventuras artísticas de unos pocos privilegiados.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

− 1 = 2

Noticias relacionadas

Follow by Email
Twitter
YouTube
Instagram
WhatsApp