Las palabras en el idioma español tienen peso, volumen y son precisas en su significado. ¿Existe alguna diferencia entre “loco” y “locura”? De acuerdo al diccionario, loco es la persona que ha perdido la razón. Y locura tiene varias acepciones, acción imprudente, insensata, temeraria.
La pregunta es simple, el 18/5/2019, Cristina Fernández (2 veces presidente electa de Argentina y por entonces senadora nacional) por tuit decidió que Alberto Fernández exjefe de gabinete del matrimonio Kirchner, sería candidato a la presidencia y ella a la vicepresidencia.
¿Estaban locos ambos Fernández? ¿O la sociedad argentina cometió una locura al aceptar ese atentado al sentido común y al democrático manejo de los partidos políticos? La ciudadanía es la que debe contestar.
El ministro-candidato Sergio Massa intenta convencer a los votantes que cuando dejó de ser intendente del Tigre, pasó directamente a asumir el ministerio de economía nacional el 3 /8/2022. Él colaboró con su Frente Renovador a ganar las elecciones del FdT en el 2019 y asumió como presidente de la Cámara de Diputados. ¿Quiere hacer desaparecer estos tres años? ¿Está loco? ¿O es una locura si la ciudadanía le cree?
Hace poco estalló el escándalo de Julio “Chocolate” Rigau, electricista (que nunca cambió una bombita de luz) contratado por la legislatura bonaerense, cobrando para 48 ñoquis sueldos de $570.000 cada uno con tarjetas del Banco Provincia. Fue detenido y… liberado en una semana.
Lo liberaron los camaristas Mancini y Burdiño. Rigau no abrió la boca. Los legisladores bonaerenses, callan. Todos ellos, Chocolate y el que lo contrató y los que cobraban plata en negro, ¿están locos? ¿O es una locura de parte de la sociedad permitir sin exigir de todas las formas posibles (y pacíficas) que se conozca el entramado de la corrupción?
La fiscal independiente Betina Lacki decidió que el miércoles 11/10 se abriera el teléfono de Chocolate. A último momento, un prestigioso abogado que defiende a Rigau (¿quién lo paga?), consiguió que eso no sucediera. El caso cae en manos de los anteriores camaristas. Acaban de dar marcha atrás. La cordura llegó a la Cámara. Los milagros existen.
No es igual con Insaurralde, que para el gobernador Kicillof cometió “un error”. Insaurralde está loco si cree que su tela de araña entre el juego y… el resto, su poder y su imperio de dinero en negro, no se conocerán. Por ahora la locura de un gobierno impune lo está permitiendo.
Argentina está loca. Su ministro de economía y candidato presidencial, es competitivo. Para las encuestas, ¿se las cree? Massa es competitivo en las presidenciales. La inflación de agosto fue del 12,4%, la de septiembre del 12,7%, la interanual del 138%. Sería una locura si los argentinos permitieran que su calidad de vida empeore cada mes más.
Sergio Tomás Massa, candidato presidencial de Unión por la Patria, sostiene que lo peor ya pasó. ¿Está loco? Ahora pide un test psicofísico a los candidatos, testeos de drogas y alcoholemia. Esto se dirige a Milei y a Bullrich. ¿El lo pasaría? El miedo a no entrar al balotaje no es una locura.
Pregunta, ¿estaba tan loco Colón que nadie quería financiar su aventura? ¡Sostenía que la tierra no era plana! Y no lo era. Colón no estaba loco. ¿Hubiera pasado el test “el loco Sarmiento”? Seguro que no. Pretendía en un tiempo de privilegios, una escuela obligatoria, gratuita y laica. Y era famoso por su mal carácter y sus explosiones de ira ante la imbecilidad de sus interlocutores. No estaba loco, era un visionario.
Milei, el lunes 9/10 por radio Mitre ante una pregunta de Laborda durante el programa de Eduardo Feimann, sobre plazos fijos contestó: “Jamás en pesos. Jamás en pesos. El peso es la moneda que emite el político argentino, por ende no puede valer ni excremento porque esas basuras no sirven ni para abono”. El Presidente Fernández lo acusó de generar la corrida cambiaria que llevó al dólar a $1.050. Cerró a $1.010.
La inflación acumulada durante el gobierno de los Fernández y de Massa es del 744%. ¿Es Milei responsable de estas siderales inflaciones? ¿Alguna vez ha tenido Milei algún puesto en la economía estatal, provincial o municipal? No. Pero el Presidente lo denunció.
En la denuncia acusa a Javier Milei de terrorista económico financiero y citando el artículo 211 del Código Penal que define el delito de intimidación pública como “dar voces de alarma[…] para infundir temor público…” con penas que van de los 2 a los 6 años de prisión.
¿Está loco el Presidente? ¿O ha sido simplemente una locura más? La libertad de expresión es una garantía constitucional (artículo 14). ¿Puede ser un delito contestar una pregunta técnica o sostener puntos de vista políticos? ¿Aceptarán los ciudadanos esta locura? El tiempo dirá.
Por el momento pareciera que al Presidente sólo le queda capacidad para hacer daño y esa capacidad la está ejerciendo. Victimizar a Milei es ayudarlo en la campaña electoral (Lenín sostenía que el 1º mandato para ideologizar una comunidad era generar víctimas). A Massa y a la gente que maneja la campaña, les cayó muy mal la jugada de Alberto F.
Y el gobierno bonaerense, el esperado refugio a futuro de los K, tiembla. Entre el teléfono de Rigau, que se abrirá y la información que llega desde los EEUU a través de 8 bancos que denuncian lavado de dinero de funcionarios bonaerenses (Carlos Pagni, La Nación 12/10/2023, con documentación), ¿ es prueba de locura o es una corrupción de locos?
En el gobierno del FdT, ¿están todos locos? El tema es si los ciudadanos aceptarán que el plan “platita” les haga cometer la locura de creer que estas personas les van a mejorar la vida, les van a dar de verdad, la seguridad, la salud, la educación y el trabajo. Entre locos y locuras, final abierto.
P.D.: Hoy, como nunca, se recuerda el Macbeth de Shakespeare: “La vida es un cuento tonto narrado por un idiota, llena de ruido y de furia y sin ningún sentido.” Solidaridad absoluta con el Estado de Israel y repudio absoluto con el terrorismo de Hamas.
(*) Periodista (publica en varios medios nacionales) y conductora