Columnistas

¿Los dueños de la democracia?

Por Malú Kikuchi (*)

Hace unos días salió una solicitada firmada por personas de la cultura, del arte, de la comunidad académica, algunos de ellos conocidos por ser anti peronistas. La solicitada apoyaba al candidato de Unión por la Patria (UxP) Sergio Massa, en el próximo balotaje del 22 de octubre de 2023.

El mensaje aduce que estaban en juego los valores democráticos y rechazan las propuestas de La Libertad Avanza (LLA), una fuerza que “reivindica el terrorismo de Estado y amenaza los más básicos consensos de la sociedad” “No hay futuro común bajo un gobierno de Javier Milei”.

Descontado que todos tienen el derecho a expresar sus ideas y a basar las mismas en aquello que crean o se les ocurra. Pero sería interesante conocer cuáles son “los valores democráticos” que ataca Javier Milei. Y qué entienden los firmantes por concepto democrático.

Concepto, de acuerdo al diccionario es la representación mental de algo. Puede ser una idea, un pensamiento, una opinión, una noción. Algo extremadamente difícil de definir. En cuanto a democracia su etimología la explica, del griego, demos, pueblo y kratos, poder. Poder al pueblo.

El hecho de darle el poder al pueblo pasa por el voto, pueden no gustar las formas de Milei, sus gritos, sus agravios, su motosierra, sus enojos, su manía de no peinarse, pero nunca negó los comicios ni dijo que quería llegar al poder de alguna manera que no fuera una votación transparente.

Entonces ese no es el problema. ¿Cuándo reivindicó el terrorismo de Estado? Cuando dijo en el debate que no fueron 30.000 los desaparecidos, eso no es reivindicar el terrorismo de Estado; eso es decir la verdad. Una verdad molesta para la izquierda, pero verdad al fin.

Graciela Fernández Meijide, una mujer excepcional, capaz de superar su dolor de madre con un envidiable equilibrio, ha de ser la persona que más sabe al respecto. Buscando datos sobre la “desaparición” de su hijo Pablo, ha llegado a cifras exactas y no sólo de la CONADEP que ella integró.

La Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas, la famosa CONADEP que registraba alrededor de poco más de 8.000 desaparecidos. Graciela escribió “La historia íntima de los Derechos Humanos en la Argentina”, ahora en una nueva edición ampliada y actualizada. Se lee: “Datos de la Secretaría de Derechos Humanos del: Registro Unificado de Víctimas de Terrorismo de Estado (Ruvte) enumera un total de 8631 víctimas de Terrorismo de Estado en un periodo que va desde 1966 hasta 1983. Un total de 8.631. De los cuales 7.636 corresponden al período 1976-1983.”

Agrega Fernández Meijide: “el número de 30.000 desaparecidos fue una convención utilizada para comunicar y movilizar a la opinión pública internacional sobre la tragedia que se vivía en Argentina”. Graciela está entre los firmantes de la solicitada. Hay que aclarar que un solo “desaparecido” es un crimen imperdonable. En toda guerra se entregan los cuerpos, las familias necesitan darles sepultura.

Javier Milei no atenta contra los valores democráticos porque no pretende tomar el poder a través de un golpe de estado. No reivindica el terrorismo de Estado, sólo habla con las cifras de la Secretaria de los DDHH de la Nación. ¿Qué es lo que moviliza a todas estas personas en contra de Milei?

Javier Milei quiere cerrar el Banco Central. Algo que se propone hacer (si lo votan) cuando la situación lo permita. Para los que se escandalizan con la idea: Argentina era uno de los países más ricos del planeta en 1927, bajo la presidencia de Marcelo Torcuato de Alvear. El país había dejado la convertibilidad con el oro al llegar la 1ª Guerra Mundial (1914). Una obsesión de Alvear era volver a la convertibilidad. El ministro de Hacienda era Víctor Molina.

Al ministro el hecho lo asustaba. Finalmente se decidió a preguntarle al poderoso Banco Morgan de Nueva York cuál era el crédito de Argentina. Con un telegrama en la mano corrió hacia la Casa Rosada, entró al despacho de Alvear sin golpear la puerta y emocionado le mostró la única palabra escrita: “Unlimited” (ilimitado). El país volvió a tener convertibilidad oro. Argentina entonces no tenía Banco Central.

El temor a Milei no pasa por el cierre del Banco Central. En cuanto a la venta de órganos y el uso irrestricto de armas, son frases de discusiones filosóficas académicas, sin ninguna posibilidad de llevarse a la práctica. Los que firmaron la solicitada lo saben. Entre ellos hay anti K, como Fernández Meijide, y todos ellos saben que Massa es aquello que le convenga ser en el momento preciso.

Massa es un terrible ministro de economía, un candidato a presidente que no aclara a qué partido pertenece, que esconde a los Fernández y a la Cámpora, que arregla con el FMI y habla de romper con el FMI, que miente. Pero los firmantes prefieren a Massa. Es su derecho.

Hablando de derechos, sería más directo y honesto que dijeran que lo que los aterra es un gobierno liberal, respetuoso de la Constitución Nacional, que quitaría privilegios, no derechos; y encaminaría el país hacia el futuro. Porque al revés de la solicitada, con Massa no hay futuro. Puede que con Milei lo haya. Final abierto.

 

(*) Periodista (publica en varios medios nacionales) y conductora 

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