Columnistas
Mercado laboral argentino: casi no se crea empleo asalariado privado desde el 2012
Por la Fundación Libertad & Progreso (*)
En 12 años los trabajadores independientes fueron los que más crecieron con un 35,9%.
Un informe de la Fundación Libertad y Progreso en base a estadísticas de la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, señala que hace 12 años (desde 2012) que no hay creación de empleo asalariado privado registrado. Entre el año 2012 y el 2023, el total de asalariados privados registrados aumentó en apenas un 4,9% (comparando el promedio de cada año).
En tanto que, en el mismo período, la Población Económicamente Activa, que incluye a todos los argentinos que están empleados o buscan empleo, creció un 21,1%, a razón de 2% anual.
Los especialistas señalan la importancia de la sanción de la Ley Bases para empezar a revertir esta situación. Pero advierten que, de no aprobarse, y sin un horizonte de cambio la recuperación del empleo y los salarios sería menor.
Según los datos del SIPA (Sistema Integrado Previsional Argentino), el número total de asalariados privados registrados ha oscilado de manera persistente entre un máximo de 6.400.000 y un mínimo de 5.800.000, equivalente a oscilaciones de +/-5% respecto al promedio 2011-2023. En ese período, solo en 7 años hubo un saldo positivo de creación de empleo privado registrado. Como resultado, el número de trabajadores asalariados privados cada 100.000 habitantes, cayó de 14.536 en el año 2012, a unos 13.641 a finales de 2023.
La consecuencia previsible es que, frente al estancamiento en el trabajo asalariado privado, los nuevos trabajadores que han ingresado al mercado laboral lo han hecho en el sector público, como independientes o en el mercado informal. Entre el año 2012 y el 2023, la cantidad de trabajadores independientes (monotributistas y autónomos) aumentó en 35,9% y la de asalariados en el sector público lo hizo en 31,5%. Por su parte, la participación la tasa de empleo no registrado se ha ubicado persistentemente en torno al 40%, afectando a más de 5 millones de trabajadores según los datos de la “Cuenta de Generación del Ingreso” del INDEC.
Si analizamos el mismo sector en términos de la población total nacional, se observa una pequeña caída durante el periodo de 2012 a 2023, donde los trabajadores asalariados registrados privados comienzan representando el 14,5% de la población total, y luego su porcentaje se reduce al 13,6%.
Las causas detrás de la crisis en el mercado de trabajo
Las etapas de mayor creación de empleo privado registrado en Argentina coinciden con las de mayor dinamismo en el mercado laboral. Los momentos donde hubo mayor creación neta de empleo privado registrado coincide también con los de mayor incorporación y rotación de trabajadores.
En los últimos años, podemos ver que esa dinámica fue descendiendo, debido a la mayor rigidez del mercado laboral. Esto a su vez, está relacionado con una menor creación de empleos en el sector formal. En otras palabras, un mercado dinámico con mayor facilidad tanto a la hora de contratar como de despedir, está relacionado con mayores niveles de creación de empleo privado.
La falta de dinamismo en el mercado de trabajo responde fundamentalmente a dos cuestiones: la primera es la inestabilidad macroeconómica que ha tenido el país, que ha desincentivado el ahorro y la inversión productiva. Desde el año 2011 que Argentina se encuentra en estanflación; en 7 de los últimos 13 años el PBI cayó, y la inflación aumentó del 23% anual en 2011 al 211% en 2023.
En una segunda causa encontramos en las reglas específicas que rigen el mercado laboral. Bajo la justificación de cuidar a los trabajadores, las normas que rigen las relaciones laborales en Argentina han desincentivado la contratación y, en consecuencia, excluido a aquellos que pretenden ingresar al mercado de trabajo formal.
La importancia de la Ley Bases
La normativa vigente hasta ahora ha ido en contra de la creación de empleo, en especial del privado registrado. El Proyecto de “Ley de bases y puntos de partida para la Libertad de los Argentinos” constituye un paso adelante en este sentido. Ataca los dos problemas principales que hacen a la rigidez del mercado laboral y han contribuido a frenar la creación de empleo privado registrado en Argentina, que son los costos de entrada y de salida del mercado de trabajo.
Desde el punto de vista de los costos de entrada, la Ley Bases incorpora varios mecanismos que los reducen, facilitando e incentivando las nuevas contrataciones por parte de las empresas. El más importante es la ampliación de 3 a 6 meses del período de prueba de los empleados (que podrá extenderse hasta 8 meses en las empresas de 6 y hasta 100 trabajadores, y hasta 1 año en las MiPyMEs).
Del lado de los costos de salida, el proyecto de Ley dispone la modificación de las multas por trabajo no registrado o mal registrado, y la habilitación a que empresarios y sindicatos acuerden la modificación del régimen de indemnización por un Fondo de Cese Laboral. Esto es fundamental para mejorar los incentivos a la nueva contratación ya que reduce los costos de salida del mercado laboral.
Dicho esto, hay varias modificaciones pendientes que consideramos deberán abordarse en otros proyectos de Ley si es que se pretende dinamizar aún más la contratación. Estos incluyen privilegiar las negociaciones a nivel empresa por sobre las sectoriales, la eliminación de la ultra actividad de los convenios, y la baja de impuestos que permitan reducir los costos laborales no salariales.
La opinión de nuestros expertos
Eugenio Marí, Economista Jefe de la Fundación Libertad y Progreso, mencionó que “las reglas laborales actuales son discriminatorias y regresivas, pues con la justificación de dar derechos a aquellos que ya están en el mercado laboral dejan fuera a los que quieren ingresar al mismo. el Congreso argentino está frente a una oportunidad de empezar a desanudar la crisis laboral argentina. En las últimas elecciones una mayoría de la sociedad votó por un cambio de rumbo y la Ley Bases es un instrumento concreto para empezar a implementarlo”.
Lautaro Moschet, economista de la Fundación Libertad y Progreso, mencionó que “un mercado laboral moderno y dinámico genera los incentivos para que el sector privado genere mayor cantidad de puestos de trabajo. En este sentido, contar con rigideces a la hora de contratar o despedir, desfavorece que las empresas aumenten su dotación de personal, ya que ante shocks imprevistos no cuentan con la capacidad para poder ajustar sus factores variables, pudiendo ocasionarle pérdidas e ineficiencia en cuanto a la asignación de recursos”.
(*) Centro de investigación en políticas pública sin fines de lucro, privado e independiente de todo grupo político, religioso, empresarial o gubernamental
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