
Aquí dejo algunas apreciaciones sobre los » talleres literarios» de dos grandes escritores, como lo son Jorge Luis Borges y Gabriel García Márquez
Jorge Luis Borges, el famoso escritor y poeta argentino, tenía una visión crítica sobre los talleres literarios. Aunque no hay una cita específica que resuma su opinión, se pueden inferir algunas ideas a partir de sus escritos y declaraciones.
Jorge Luis Borges creía que la escritura era un proceso solitario y personal, y que los talleres literarios podían ser más perjudiciales que beneficiosos para los escritores. Consideraba que la crítica y la evaluación de la obra de otros podían ser subjetivas y no siempre constructivas.
En una entrevista, Borges dijo: «La literatura no se aprende en los talleres, se aprende leyendo y escribiendo». Esto sugiere que creía que la mejor forma de aprender a escribir era a través de la práctica y la lectura, más que a través de la instrucción formal.
Además, Borges era escéptico sobre la idea de que la creatividad podía ser enseñada o aprendida en un entorno académico. Creía que la verdadera creatividad era un don innato, y que los talleres literarios no podían reemplazar la inspiración y la pasión que un escritor debía tener para crear una obra verdaderamente original.
En resumen, aunque Borges no se oponía completamente a los talleres literarios, creía que la escritura era un proceso personal y solitario, y que la mejor forma de aprender a escribir era a través de la práctica y la lectura.
Gabriel García Márquez, el famoso escritor colombiano y Premio Nobel de Literatura, tenía una opinión más positiva sobre los talleres literarios que Jorge Luis Borges.
García Márquez creía que los talleres literarios podían ser una herramienta valiosa para los escritores, especialmente para aquellos que estaban comenzando su carrera. Consideraba que los talleres podían proporcionar un espacio para compartir experiencias, recibir retroalimentación y aprender de otros escritores.
En una entrevista, García Márquez dijo: «Los talleres literarios son una forma de aprender a escribir, pero no son la única forma. Lo importante es que los escritores encuentren su propio camino y su propia voz».
García Márquez también creía que los talleres literarios podían ser beneficiosos para los escritores porque les permitían:
-Compartir sus experiencias y aprender de los demás
-Recibir retroalimentación y crítica constructiva
-Desarrollar su habilidad para escribir y mejorar su estilo
-Encontrar su propia voz y estilo literario
Sin embargo, García Márquez también advertía que los talleres literarios no debían ser considerados como una forma de «fabricar» escritores. Creía que la verdadera creatividad y el talento literario no podían ser enseñados en un taller, sino que debían ser desarrollados a través de la práctica, la lectura y la experimentación.
En resumen, García Márquez creía que los talleres literarios podían ser una herramienta valiosa para los escritores, pero que no debían ser considerados como la única forma de aprender a escribir.
En resumen, podemos ver que:
Jorge Luis Borges*
– Era crítico con los talleres literarios, considerándolos más perjudiciales que beneficiosos.
– Creía que la escritura era un proceso solitario y personal.
– Pensaba que la mejor forma de aprender a escribir era a través de la práctica y la lectura.
– Era escéptico sobre la idea de que la creatividad podía ser enseñada o aprendida en un entorno académico.
Gabriel García Márquez*
– Tenía una opinión más positiva sobre los talleres literarios.
– Creía que los talleres podían ser una herramienta valiosa para los escritores, especialmente para aquellos que estaban comenzando su carrera.
– Pensaba que los talleres podían proporcionar un espacio para compartir experiencias, recibir retroalimentación y aprender de otros escritores.
– Sin embargo, también advertía que los talleres literarios no debían ser considerados como una forma de «fabricar» escritores.
En general, podemos ver que ambos escritores coinciden en que la creatividad y el talento literario no pueden ser enseñados en un taller, sino que deben ser desarrollados a través de la práctica, la lectura y la experimentación. Sin embargo, García Márquez ve los talleres literarios como una herramienta valiosa para los escritores, mientras que Borges es más crítico con ellos.
¿Usted que opina?
(*) Poeta, escritor, gestor cultural