Economía

Histórico: el consumo bonaerense sufrió la mayor caída desde el 2016

Según un informe del Banco Provincia, el consumo en la provincia de Buenos Aires cayó un 22,3% en 2024, marcando el mayor retroceso desde 2016.

Según el Índice Banco Provincia Consumo (IBP Consumo), elaborado por la Gerencia de Estudios Económicos del Banco Provincia, el consumo en la provincia de Buenos Aires experimentó una significativa caída en lo que va del año. En septiembre de 2024, el índice mostró una contracción del 20,3% en comparación con el mismo mes del año anterior, acumulando una bajada del 22,3% entre enero y septiembre.

Estos datos ubican a 2024 como el año con el mayor retroceso desde que se comenzaron a recolectar los registros en 2016, superando incluso la crisis provocada por la pandemia de Covid-19 en 2020.

El informe del IBP Consumo refleja fielmente las coyunturas macroeconómicas recientes. Mientras que el consumo mostró una tendencia positiva hasta 2018, la crisis económica de 2019 y los efectos de la pandemia en 2020 marcaron un cambio en la dinámica. No obstante, el desplome de 2024 representa una caída significativa, situando el índice 37% por debajo de los niveles de 2019.

Uno de los datos más alarmantes fue la reducción en el consumo de carne vacuna, que cayó a su nivel más bajo en los últimos 26 años, según la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados (CICCRA). Especialistas citados en el informe del Banco Provincia atribuyen esta contracción a la pérdida del poder adquisitivo, especialmente entre los trabajadores informales, y al aumento de los costos de los servicios esenciales.

“Desde fines del año pasado, las subas de los precios de la electricidad, el gas, los combustibles y el transporte público triplicaron los aumentos de los salarios privados”, destaca el informe, señalando que este desequilibrio fue el principal factor detrás de la falta de recuperación del consumo.

La caída del consumo masivo fue particularmente severa en septiembre en sectores clave como supermercados y alimentos, donde se registró una contracción del 30% interanual. Otros rubros también fueron duramente golpeados, como la Construcción y vivienda (-29%), Electrodomésticos (-24%) y Ferretería y bazar (-19,5%).

Asimismo, se observó una desaceleración notable en el número de transacciones. Si bien durante el primer trimestre de 2024 las transacciones crecieron a un ritmo interanual del 70% para septiembre este incremento se redujo a un modesto 13,2%, lo que indica un enfriamiento generalizado en la actividad.

Mejoras recientes pero insuficientes

A pesar de este contexto negativo, algunas señales positivas comenzaron a aparecer en los últimos meses. El IBP Consumo reporta un crecimiento desestacionalizado del 3,9% en el consumo entre agosto y septiembre, lo que podría considerarse un indicio de una leve recuperación. Sin embargo, este incremento aún es insuficiente para revertir la fuerte caída acumulada en el año.

Según la Confederación de la Mediana Empresa (CAME), septiembre fue “un mes con poco movimiento comercial, incluyendo días con casi nula circulación”, lo que refleja el impacto de la inflación, la baja en los salarios reales y el aumento de los costos de los servicios esenciales en las decisiones de compra de las familias.

A pesar de las leves mejoras observadas en septiembre, la tendencia general del consumo en la provincia de Buenos Aires en 2024 sigue siendo negativa. La combinación de una inflación persistente, el encarecimiento de los servicios públicos y la disminución del poder adquisitivo plantea un escenario complejo para la recuperación en los próximos meses. Será crucial observar si las mejoras recientes logran consolidarse o si representan sólo un alivio temporal en medio de una crisis de mayor profundidad.

 

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