Economía

La AFIP investigará plazos fijos

Los bancos deben reportar a la AFIP los movimientos de las cuentas y las tarjetas de los usuarios a partir de un monto mínimo.

Los plazos fijos son un instrumento muy sencillo de operar y otorga un rendimiento que se conoce al momento de constituirlo, transformándolo en una de las inversiones favoritas de los ahorristas argentinos junto al atesoramiento de dólares. Para disminuir la demanda de este último, el gobierno ha incrementado la tasa de los plazos fijos para incentivar este instrumento de ahorro en pesos.

Hace unas semanas, el directorio del Banco Central de la República Argentina (BCRA) mantuvo sin cambios la tasa de política monetaria y advirtió que seguirá observando la evolución de la tasa de inflación, que marcó una desaceleración en noviembre, tanto en el nivel general, 4,9%, como en la inflación núcleo, 4,8%. Tras el anuncio, especialistas confirmaron si conviene apostar por un plazo fijo común o si es mejor invertir en otro instrumento financiero.

En este contexto financiero es que los bancos deben informar los movimientos de las cuentas y las tarjetas de los usuarios a partir de un monto mínimo. L Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) elevó en la última actualización de $30.000 a $90.000 la cifra mínima para informar las acreditaciones, extracciones, saldos de las cuentas y los depósitos a plazo fijo.

Tal como consignara iProfesional, este monto de $90.000 es mensual e incluye todo tipo de acreditación. Es decir, no se limita únicamente a los plazos fijos, sino que también abarca a los depósitos, las transferencias recibidas y los saldos en cuenta, por lo que no es un monto significativamente alto.

Además, en su momento, se incrementó de $10.000 a $30.000 el monto mínimo a partir del cual las entidades financieras deben reportar consumos con tarjeta de débito. Con estas modificaciones, los bancos podrán agilizar las operaciones y a su vez, recibirán información automática y permanente de las acreditaciones mensuales, extracciones, saldos de las cuentas, los depósitos a plazo y consumos con tarjetas.

Si hoy una persona hiciera un plazo fijo por 30 días de $100.000, al finalizar el plazo recibirá $106.250, es decir los $100.000 que había depositado en un primer momento más un interés de $ 6.250.

Sin embargo, si decidiera al final de ese mes hacer un nuevo plazo fijo por 30 días con el dinero inicial más los $6.250 ganados en intereses, obtendría al final del plazo $ 112.890, es decir los $106.250 depositados a principio de mes más un interés de $ 6.640.

En caso de no haber cambios en la tasa de interés durante el próximo año, si ante cada vencimiento la persona volviera a hacer un nuevo plazo fijo por 30 días con el capital inicial y los intereses ganados, en 12 meses tendría $ 207.000. Es decir, los $ 100.000 depositados inicialmente más un interés de $ 107.000.

Actualmente, la tasa de plazo fijo ofrece un rendimiento del 75% anual (TNA), mientras que la tasa efectiva anual (TEA) está en 107%.

La acelerada suba de las tasas de interés de los meses pasado cumplió con el objetivo buscado: evitar una nueva crisis cambiaria. En la actualidad, el costo del dinero quedó positivo en términos reales, tal como se acordó con el Fondo Monetario.

Por supuesto que el impacto negativo de esa medida ya se sabía de antemano: el encarecimiento de los créditos repliega las inversiones y también el consumo. Es por eso que el Gobierno evalúa una rebaja en las tasas de interés. No obstante, espera a que la inflación consolide una desaceleración antes de definir la medida.

El efecto sobre la actividad económica es ineludible. Así lo demuestran los últimos datos oficiales. En concreto, el nivel de créditos al sector privado (empresas y particulares) lleva cinco meses consecutivos de caída. Esa tendencia está relacionada con la cantidad de meses que lleva la estrategia oficial de sostener una tasa de interés positiva frente a la inflación.

Durante noviembre, el volumen de créditos a los privados cayó nada menos que 12,5%, en términos reales, descontada la inflación, en comparación con el mismo mes del año pasado. La baja contra octubre fue menos dramática, del 0,4%, de acuerdo a un reporte de la consultora LCG en base a los registros del Banco Central.

Los préstamos a las empresas se contrajeron 8,6% el mes pasado vs noviembre de 2021, cuando la actividad económica despegaba con fuerza tras la pandemia, y con tasas de interés más bajas que las actuales.

De hecho, hoy en día, la tasa efectiva anual de los plazos fijos ya está en el 107%, pero el costo que los bancos le cobran a las empresas y a los consumidores puede duplicar aquel rendimiento.

En lo que va del año, las líneas bancarias destinadas a las compañías muestran una contracción del 14,7% (real). Si se compara el nivel actual contra el pico que tenían los créditos en mayo de 2018, justo en el momento que se inició la crisis cambiaria durante la administración Macri, la caída llega al 45%, siempre hablando en términos reales.

 

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