Municipios
Cada vez más lejos: en Los Cachorros, la custodia impidió a la gente llegar a De Achával
Fue durante la inauguración de cuatro aulas de la Secundaria N° 33 de ese barrio de Del Viso, cuando lo esperaron para plantearle diversas inquietudes relacionadas con el agua, las calles y la seguridad.
Protegido por un anillo de fornidos custodios -todos empleados municipales-, el intendente Federico De Achával se negó a atender los reclamos de los vecinos, y hasta se retiró del lugar por otra puerta, en una maniobra de evasión digna de un presidente del primer mundo.
La molestia de los habitantes de la zona ya venía siendo fogoneada por la decisión de arreglar un tramo de la calle Los Claveles, que costea la escuela, añeja pretensión vecina, y mantenerla cerrada al tránsito por más de tres días. Esto es, hasta que el intendente se llegara hasta la escuela para el acto de inauguración.
En el lugar, los municipales trabajaron sin descanso no sólo en el asfaltado de esa cuadra sino en el corte de pasto y pintura para los juegos de la plaza. Según un vecino, «hasta la madrugada de este jueves estuvieron pintando todo lo que encontraban; si no te movías, te pintaban a vos también».
El caso es que De Achával llegó la mañana de este miércoles a la secundaria, y después e entregarle un regalito a la directora, que lo esperaba en la puerta, ignoró olímpicamente a los vecinos y, rodeado por los «muchaches», ingresó al edificio. Éstos, por su parte, no se privaron de empujar y hacer valer su fuerza sobre todo frente a las mujeres y gente mayor que se autoconvocó en el lugar para hablar con el intendente, y según los vecinos, el más activo a la hora de impedir ese contacto fue un empleado de apellido Barrientos.
En la puerta de la escuela, las expresiones de descontento se multiplicaron, y no sólo por el desaire del intendente sino entre las madres de los alumnos que, en principio, reaccionaron contra la utilización de sus hijos en clave electoral. «Graban con un celular y después usan esas grabaciones en la campaña», deslizó una de ellas antes de considerar esta actitud una «verdadera falta de respeto a los chicos y a nosotras».
Otra, en tanto, se quejó de que «inauguran cuatro aulas de dos por dos, donde hacinan 40 pibes que tienen que andar de costado, sin ventiladores ni calefactores», en una escuela donde «se corta la luz y el agua cada dos por tres y hay que salir a buscar a los chicos».