Municipios

Comienza el debate por el COUTP: lo que no se dice de la nueva iniciativa

La semana política e institucional comienza en Pilar este lunes con el debate, en el ámbito del Concejo Deliberante, del nuevo proyecto de Código de Ordenamiento Urbano y Territorial (COUTP).

Previsiblemente, el texto de la iniciativa cedió en -dicen- más de 1700 modificaciones, incluyendo la eliminación del término «expropiación», a instancias de casi cien vecinos -entre individualidades y colectivos, y organizaciones civiles y sociales-, y haciendo eje «en la participación ciudadana tanto en la etapa de elaboración como en el pulido final del proyecto».

Aparentemente, la magnanimidad oficial -según un informe difundido por la prensa oficialista-, está vinculada con la audiencia pública del último 10 de abril, cuando una nutrida concurrencia opuso sus objeciones temerosa, fundamentalmente, de la posibilidad de perder sus propiedades en manos estatales al amparo de un oscuro y perverso plan pergeñado desde la provincia de Buenos Aires.

De hecho, los concejales de la oposición tomaron esta cuestión y la hicieron bandera, agitándola con fervor digno de mejores causas ante una opinión pública en estado de alerta permanente, que espera inquieta las medidas de un gobierno al que ya no le cree ni los buenos días.

En ese escenario fue donde la oposición se cansó de pregonar sus mensajes apocalípticos («vienen por tu casa») sin reparar siquiera en que hay un remedio infalible para curar cualquier intentona en ese sentido: la justicia. Lo que sea quiera hacer el oficialismo con la propiedad privada, siempre se encontrará con un tren de frente, ya que un simple amparo alcanza para echar por tierra las pretensiones de una usurpación gubernamental.

Ahora bien, lo que lo que algunos concejales callan, por conveniencia, por arreglos previos, por desinformación, por ignorancia -elija usted la opción que prefiera-, es que el nuevo Código esconde la autorización para un mega emprendimiento urbanístico que beneficia (en unos 300 millones de dólares, según voces autorizadas) al padre del intendente, Federico Miguel De Achával (foto).

Ya en el mismo momento en que se celebraba aquella audiencia pública el periodista y pre candidato a intendente Claudio Ponce de León, alertaba en este portal sobre la maniobra:  «tiene como única finalidad la construcción de un polo urbanístico en lo que hoy es zona rural, en tierras que fueron compradas a precio vil por De Achával padre, el socio de Cristóbal López en el juego».

Ponce de León precisó en aquella oportunidad que la zona en cuestión está ubicada sobre la ruta 34 entre las rutas 6 y 8, y se relaciona «con desalentar las inversiones en Panamericana y aledaños, y hacer a los inversores cautivos de la familia De Achával, en un negocio redondo y millonario en dólares».

Este es el verdadero objetivo de este COUTP que, seguramente, el oficialismo aprobará sin problemas ya que tiene el número de manos suficiente, mientras la oposición demostrará que oficia, de cara a la gente, de verdadero contrapeso del poder. Y sentirán, todos, la felicidad del deber cumplido. Salvo que algún opositor, como ocurre a menudo, se declare ultrajado por los procedimientos y se retire antes de votar.

Esto, sin reparar que ya los votantes no comen vidrio, o alguien puede creer que las concesiones que el gobierno hizo en este proyecto fueron pura generosidad o aceptación de la voluntad popular. Caprichosos como son y se muestran, ¿cuándo volvieron atrás en cualquier iniciativa que articulan por nimia que sea? Salvo que se relacione con la caja, claro.

 

 

 

 

 

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