Municipios
Curiosa convocatoria: vengan, pero sólo los que dan con «el perfil»
Para la asamblea donde se debatirá el Nuevo Código Urbano de Pilar, la administración De Achával «invita» a los propios, pero no a cualquiera, sino «a los que le de el perfil».
Este lunes, en el teatro «Ángel Alonso» (ex «Lope de Vega»), se concretará la asamblea pública por el Nuevo Código Urbano para el distrito que, según el gobierno comunal, «apuntará al crecimiento urbano hacia áreas aún no desarrolladas, con ejes en el acceso equitativo a la tierra, el cuidado ambiental y la protección al patrimonio del distrito».
El proyecto del nuevo Código de Ordenamiento Urbano y Territorial de Pilar (COUTP), es un corpus normativo de 123 páginas, 218 artículos y 9 anexos que el municipio elaboró durante el último año y medio con asistencia técnica de la subsecretaria de Territorio de la Provincia de Buenos Aires y financiamiento del Consejo Federal de Inversiones.
Para la reunión, que comenzará a las 12, el municipio envió a su gente una por lo menos curiosa invitación: «A los efectos de sentar posición, ya que seguramente vaya gran parte de la oposición, les pedimos a aquellos funcionarios/concejales que pueden que concurran y que lleven a algunos compañeros (no es una movilización, si que vayan con compañeros a los que les da el perfil)».
«Es importante -destaca el texto- que los que concurran estén inscriptos a los efectos de que quede registrado su participación en la asamblea», y para ello ofrece un link.
Ahora bien, qué implica «dar el perfil» para los organizadores de este acto institucional? Que vayan sólo los que se parecen a los que gobiernan? Los que se visten bien? Los que saben comer con cinco cubiertos? Los que no se comen las eses y se bañan todos los días? Los que se pasean en autos de alta gama? Los que viven del erario público mejor que nadie o roban sin que se note demasiado? Quizás el perfil requerido lo dé el empresario Eduardo Gutiérrez, el dueño de Farallón, que «casualmente» siempre aparece cuando se trata cuestiones vinculadas a tierras, zonificaciones y emprendimientos
Ya de por si aclarar que «no es una movilización» brinda algunas pistas sobre el auditorio que está reclamando el gobierno: no quiere ni bombos, ni bulliciosa «negrada», ni desamparado «pobrerío». Mucho menos chori y tetra. Esta exigencia, obviamente, descalifica a la mayoría de los trabajadores del municipio a los que se recurre, por lo general, para «tareas» menos glamorosas como hacer bulto en los actos, apretar e insultar opositores, pintar paredones para las elecciones.
De todos modos, cuesta creer que se trate de una actitud discriminatoria; mucho menos de parte de un gobierno que dice contener especialmente a los más desprotegidos, a los marginados, a los vulnerables. Más aún, que adora las filmaciones y las selfies con «descamisados» y «cabecitas negras». A tal punto, que un viejo chiste (que ya se sabe, son hijos de la realidad) asegura que los quieren tanto que por eso los multiplican.