Las muertes de Abigail y su papá Gustavo derivaron en la renuncia del jefe de Bomberos de Derqui

La tragedia vivida el jueves último en el barrio La Escondida provocó el alejamiento del jefe del cuartel de Bomberos de presidente Derqui, Horacio Curti. No se descartan más alejamientos.

Hacía años que Curti se desempeñaba al frente del cuerpo de Bomberos Voluntarios de la segunda ciudad del distrito sin mayores altibajos, pero la muerte de Abigail Méndez primero y la de su papá Gustavo después, marcó el punto final de su gestión.

Los cuestionamientos vecinales por el desempeño de los bomberos frente al incendio en el que la nena de 12 años murió carbonizada en el incendio de su vivienda, y el fallecimiento de su papá en la tarde de hoy por la gravedad de las quemaduras sufridas mientras intentaba rescatar a su hija, fueron determinantes en el alejamiento de Curti, decisión que adoptó, dicen, a instancias de su amigo personal, el concejal José Molina, en un intento por aliviar el descontento generalizado.

La tragedia se desató cuando ya con los bomberos en el lugar del incendio, se advirtió una falla en el equipo de provisión de agua, lo que impidió atacar las llamas con eficiencia. Esto ocurrió con la segunda autobomba; la primera cargaba una cantidad de agua que no alcanzaba para hacer frente a la magnitud del fuego. Este movimiento fue lo que demoró la acción que podría haber salvado la vida de la chiquita.

Las fallas en el equipamento, a su vez, descubrió las carencias, agravado esto por la falta de explicaciones sobre el destino de los fondos que el cuartel recibe tanto de provincia como del municipio y hasta de particulares. Las sospechas de que los directivos de la entidad hayan desviado esos fondos hacia otros destinos, y no a la compra de elementos que permitan al cuerpo un mejor desempeño, no tardó en instalarse entre los vecinos, ya conmocionados por la muerte de Abigail primero y de su papá después.

Ahora, con Curti fuera de juego, resta saber que hará la comisión directiva en pleno, que parece haber prometido, en confianza, retirarse de la actividad no bien se celebren nuevas elecciones. Habrá que ver si cumplen.