Nación

Así se robaba en Acción Social: sobreprecios, cartelización y falta de controles en la distribución de alimentos

Una auditoría de Capital Humano sostuvo que el gobierno anterior habría realizado “negocios comprando mal”. La Sindicatura General de la Nación también detectó “falta de trazabilidad” en la entrega de comida a los movimientos sociales y piqueteros.

Después de asegurar que el gobierno anterior «no dejó ni alimentos ni una licitación abierta», funcionarios de la cartera que dirige Sandra Petovello justificaron la firma de varios convenios con los que «estamos haciendo un super mega parche para sortear la urgencia causada por los mismos que nos denuncian». «Y se adquirían cinco alimentos: leche en polvo, yerba, azúcar, aceite y a veces caballa, lo que no es una canasta nutricional. Entendemos que era un negocio comprar mal y distribuir a través de los mismos de siempre», precisaron.

Uno de esos convenios es por 20 mil millones de pesos para la compra de 5 millones de unidades de alimentos con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) en el marco de la ampliación del Programa de Abordaje Comunitario, lo que asegurará que «los procesos de compra se realicen bajo estándares de transparencia y rendición de cuentas, mejorando significativamente la eficacia y la integridad en la distribución de alimentos a los sectores más vulnerables de la sociedad”. También “permitirá adoptar criterios basados en especificaciones técnicas y nutricionales, en lugar de marcas comerciales, y promoverá la participación de una amplia gama de proveedores, desde grandes empresas hasta pequeños productores locales”.

Las irregularidades

Entre éstas sobresalen sobreprecios de hasta un 500%; cartelización en las compras; direccionamiento hacia empresas y sociedades; y “falta de trazabilidad” en el destino de los alimentos que salían de los depósitos del ex Ministerio de Desarrollo Social -actual Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia – hacia las organizaciones sociales que forman parte de la Unión Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) y piqueteros de izquierda, para que sus dirigentes distribuyan los alimentos a los comedores y merenderos que administran, pero no rendían cuentas sobre el destino final de las toneladas de alimentos que recibían.

En el caso de los sobreprecios, “permitió favorecer a determinados intermediarios, adjudicándose productos a precios inflados, con el consecuente perjuicio al erario público”, mientras otro de los problemas detectados en las licitaciones fueron, por ejemplo, las compras multimillonarias, de aceite -y otros insumos- que, invocando “urgencia” -ya no en pandemia- se solicitaba la marca del producto. “Las licitaciones eran tan dirigidas que en vez de poner las especificaciones que debía tener el alimento, como las calorías, pedían directamente ‘aceite 4 Patitos’”, apuntaron. “Son alimentos de terceras marcas, que tienen un solo representante y que siempre gana. En los últimos años, siempre ganaban los mismos”, advirtieron.

En cientos de compulsas, describieron, solo se permitía licitar por “renglón completo” y no “parcializado”. Por lo cual, si se solicitaba, “2.700.000 unidades de aceite de girasol de 1,5 litros, como sucedió en el expediente 2022-89392670 quedan afuera las Pymes y distribuidoras más chicas y solo pueden ofertar los grandes mayoristas”.

Pettovello, al respecto, decidió que en las nuevas licitaciones se permitirá concursar de manera parcial por cada uno de los renglones.

En el distrito

Por otra parte y en el contexto de estas auditorías que podrían terminar en la justicia, Capital Humano habría recibido -e investigaría- denuncias puntuales procedentes de la provincia de Buenos Aires. En ese sentido, pudo saberse que en el caso de Pilar, las presentaciones hacen foco principalmente en Pilar, Del Viso y Manuel Alberti, donde se habrían detectado la inexistencia de comedores populares y merenderos que aunque registrados como tales, sus titulares habrían recibido gran cantidad de mercadería que habría terminado en las góndolas de los supermercados chinos de la zona.

Las indagaciones alcanzan también a asociaciones civiles que, además de aportes oficiales, reciben donaciones de alimentos que tampoco llegan a sus destinatarios genuinos.

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