LLA Pilar: el hambre y las ganas de comer

Ambos tienen -o tuvieron- problemas con la justicia, lo que parece ser uno de los requisitos para integrar una lista de La Libertad Avanza. Y ahora pasó lo que inexorablemente tenía que pasar: se juntaron para ir por una banca en el Concejo Deliberante de Pilar.

El miércoles por la tardecita, en el SUM del barrio Ayres Plaza, el  ex precandidato a intendente de Pilar, Martín Maganas, presentó su propuesta para competir por LLA en las legislativas del año próximo. En la oportunidad, el ¿empresario? destacó como principalísima adquisición de su espacio a un joven que se las trae: Javier Nicolás («Nico» o «Niko») Rodríguez Miragaya.

Y como el público se renueva, convendría aquí trazar una breve semblanza de esta rutilante estrella que comienza a transitar el cielo que ocupan las fuerzas del ídem. Comenzaremos destacando su versatilidad a la hora partidaria, ya que comenzó su carrera en la Coalición Cívica, de donde se fue con más penas que gloria por alguna inconducta de esas que los «lilitos» son incapaces de perdonar.

De la CC pasó a Juntos por el Cambio, para militar con Nicolás Ducoté, y hasta llegó a ocupar un lugar (consejero escolar suplente) en la lista de la concejal Analía Leguizamón. Hoy, como puede verse, se asume como un fervoroso libertario de la primera hora.

Pero hasta aquí, nada nuevo bajo el sol. Los garrochazos en política no sorprenden a nadie y como que ya son moneda corriente entre quienes se dedican a una de las actividades más desprestigiadas entre la sociedad argentina. Que un fulano cambie de espacio como quien se cambia los calzones, ni merece ni siquiera el gasto de una emoción.

Lo que inquieta, y mucho, es que ese fulano tenga antecedentes penales por delitos aberrantes como un abuso sexual a una menor de edad, agravado por el vínculo. Porque es precisamente esa la imputación que en 2018 le endilgó a «Nico» la Fiscalía del Fuero de la Responsabilidad Penal Juvenil, a cargo de la Dra. Paula Vanesa Romeo, en la Investigación Penal Preparatoria N° 14-02-14955-18-01.

Al parecer, «Nico» fue denunciado por su propia madre, en defensa de su hija menor, lo que el aludido -por supuesto- calificó de «falso», mientras en su perfil de facebook se multiplican las críticas y las quejas contra los Juzgados de Familia.

Maganas, en tanto, no se queda atrás en lo que a tropezones judiciales respecta, y todo por lo explosivo de su carácter: en el Juzgado de Familia N° 1 de Pilar le aparecieron dos denuncias por parte de su esposa, por violencia familiar. Los hechos, según la mujer, habrían ocurrido cuando ambos residían en el country La Lomada, que debieron abandonar después de varios meses de adeudar alquileres y expensas, y de que los vecinos abrumaran al propietario de la vivienda con quejas por la casi habitual presencia policial alertada por los escándalos que se sucedían en el lugar.

Siempre jactándose del apoyo financiero de un controvertido «rey de la noche», también se recuerda de Maganas cuando en un restaurante de la Panamericana atacó -por la espalda y en compañía de un ex boxeador que le funge de custodio-, al concejal Casañas Onganía, agresión que acompañó con variados insultos, improperios y amenazas de muerte que siguieron con llamados telefónicos intimidatorios.

Aquí también hubo denuncia, lo mismo que cuando golpeó a un adolescente a la salida del exclusivo colegio North Hills, ubicado sobre Caamaño, y hasta le rompió el parabrisas del auto en el que se conducía el agredido, lo que provocó un escándalo que llegó inclusive al corte de la calle.