Todo por un voto: insólito asueto administrativo en Pilar

En procura de congraciarse (o reconciliarse) con los trabajadores municipales, el intendente Federico De Achával decretó para este viernes un asueto administrativo desde las 12 para todo el personal, salvo para aquellos que se desempeñan en servicios esenciales con guardias mínimas.

Hasta aquí, ninguna novedad, salvo para aquellos que consideran a los empleados públicos como los más beneficiados del universo laboral argentino y los verdaderos protegidos y «cuidados» por parte del Estado en cualquiera de sus niveles.

En este caso, la novedad, por lo insólita es el argumento al que se apela para decretar esta asueto. Textualmente, el aviso que la municipalidad hizo circular a través de sus medios, indica que la medida se tomó «con el objetivo de permitir compartir a los mismos (los trabajadores) la finalización de las vacaciones de invierno con los menores en etapa escolar que conforman su entorno familiar», tal como puede leerse en la imagen que ilustra esta nota.

Por supuesto, la preocupación por la vida familiar de los trabajadores por parte de la intendencia provocó no pocas especulaciones. No faltó el que recuerde que la relación entre éstos y la cúpula del municipio no estaría en su mejor momento debido a destratos varios como intempestivos traslados o la falta de pago de horas extras, para no mencionar la soberbia que atribuyen al mismo intendente y a varios de sus funcionarios más allegados.

Otros se inclinan por pensar que este asueto es una disimulada manera de compensarlos por las tareas a las que se encuentran abocados por estos días y no les corresponden, como las atinentes a la campaña electoral: volanteadas, pegatinas, el «convencimiento» de los indecisos, el reparto de mercadería, conseguir los vehículos para transportar votantes y, la frutilla del postre, vigilar los votos el 13 de agosto.