Provincia

Buenos Aires no entraría en la flexibilización de mayo

Los comercios quedan a la deriva

El equipo de expertos se habría basado en la densidad poblacional, la cantidad de empleados del estado y el número de positivos con coronavirus para excluirla de las medidas más importantes. Los comerciantes presentaron una contrapropuesta.

Uno de los planteos más recurrentes de las últimas semanas en la Quinta de Olivos fue el de la reactivación económica. Si bien los reclamos se centraron en sectores industriales y de servicios esenciales, se supo que tuvieron especial relevancia aquellos nichos que emplean gran cantidad de trabajadores y que se encuentran en estado desesperante.

Entre ellos, los que comenzaron a cerrar definitivamente sus persianas son los comercios textiles y aquellos de los rubros gastronómicos, como restaurantes y bares. En el caso de los dos últimos, fracasó rotundamente el intento de reinventarse ante las nuevas circunstancias. A pesar de que se habilitó la modalidad de venta por delivery, lo cierto es que los envíos probaron representar menos del 15 por ciento de la facturación habitual. Peor aún, se le agregan los costos de compra de mercadería y el mantenimiento de las cocinas abiertas, lo que en muchos casos hizo que el servicio sea directamente antieconómico. Muchos restaurantes y sitios de comidas rápidas directamente hicieron marcha atrás y bajaron las cortinas hasta nuevo aviso.

Ante este escenario, el presidente Alberto Fernández junto a su equipo de expertos, los gobernadores y analistas económicos, comenzó a delinear un plan de flexibilización para reactivar, con modificaciones, distancias y barbijos, los nichos más perjudicados. Por el momento, la estrategia no incluiría a la provincia de Buenos Aires. En ese marco, el gobernador Axel Kicillofno puede más que cruzarse de brazos.

Las razones para dejar afuera a Buenos Aires serían varias. Por un lado, la densidad poblacional y el tener el grueso de los ciudadanos viviendo en unos pocos conglomerados masivos como La Matanza, Lomas de Zamora, Florencio Varela y La Plata, entre otros, fue considerada una de sus mayores debilidades. Esto se suma a que el territorio bonaerense tiene un alto porcentaje de empleados estatales –casi un 20 por ciento –quienes pueden mantener la cuarentena algunas semanas más, y el avance del virus en la región, siendo la provincia con más casos positivos del país.

Los propietarios de gimnasios, peluquerías, shoppings y restaurantes, agobiados por las circunstancias y con dificultades para acceder en forma dinámica a las herramientas de auxilio propuestas por el gobierno, presentaron protocolos de seguridad como una propuesta para volver a la actividad. Medidas sanitarias, restricciones de personal, pocos clientes y más metros cuadrados libres, son algunas de las estrategias propuestas. El gobierno las está evaluando en estos momentos y en los últimos días de la semana estaría la respuesta.

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