Provincia

Desde La Plata, cómo están los hospitales en manos del gobierno provincial

Hace menos de un mes que el distrito (la mayoría de sus representantes políticos) celebró la provincialización del hospital Nuestra Señora del Pilar, felices de un supuesto alivio en sueldos y aparatología. Pero no todo lo que brilla es oro, como puede leerse en una investigación del portal RealPolitik realizada en La Plata.

«Pasillos inundados, mampostería suelta, ascensores clausurados con cintas y paredes descascaradas son sólo una muestra gratis de lo que los profesionales de la salud y los pacientes sufren día a día. A la situación de abandono general se suma una delicada situación con la provisión de alimentos para los enfermos».

«El deterioro del HIGA San Martín de la ciudad de La Plata se transformó en un símbolo de la decadencia de la salud pública en la provincia de Buenos Aires durante los últimos años».

«Pasillos inundados, paredes descascaradas, baños rotos, ascensores bloqueados con un hilo y un pedazo de madera, mampostería suelta y ratas, son lo que quedó de lo que alguna vez fue un hospital escuela modelo, donde hasta el día de hoy funcionan numerosas cátedras de la Universidad Nacional de La Plata».

«La escena se repite en la mayoría de los nosocomios que comprenden el tejido de la salud pública bonaerense. A pocas cuadras de allí se encuentra el otrora prestigioso hospital San Juan de Dios. Horas atrás, sucumbió a una nueva protesta por parte de sindicatos y trabajadores por problemas con la alimentación de sus pacientes».

«En efecto, el ministro Nicolás Kreplak mantiene en vilo el pago de los expedientes a las empresas proveedoras de alimentos. A pesar de entregar la mercadería en tiempo y forma, los proveedores deben esperar durante meses para recibir los pagos».

«El tiempo de espera no es el único problema. Además de ello, las cotizaciones mantienen un preocupante atraso. “El ministro Kreplak nos paga 1.200 pesos por paciente. Con ese dinero tenemos que cubrir el desayuno, almuerzo, merienda y cena, además de pagar impuestos, servicios y el sueldo de los trabajadores. Pareciera que no está enterado de los precios de las cosas”, aseguró un reconocido proveedor».

«La inoperancia del gobierno provincial resulta alarmante. Tras casi seis meses de retraso en las cotizaciones y cobros a través del preocupante sistema de legítimo abono, la gestión del gobernador Axel Kicillof anticipó que les ofrecerá a los proveedores cobrar con bonos».

«El sistema de bonos es uno de los más nocivos para los empresarios. Los obligan a cobrar a través de documentos de escaso valor real, y tienen la obligación de canjearlos en el propio banco Provincia a cambio de pesos, pero con una quita sustancial en el medio, como costo por el servicio. “El gobernador Kicillof nos da bonos y nos obliga a vendérselos a él mismo, por lo que nos saca un porcentaje de nuestro propio dinero. Es una vergüenza”, aseguraron».

Ahora bien, si los centros de salud de la capital provincial se encuentran prácticamente en estado de abandono, evidenciado una notable impericia e ineficacia en su administración, no se puede no proyectar lo que puede ocurrir con los más alejados físicamente del gobierno bonaerense, entre ellos, el nuevo hospital de Pilar.

 

 

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