Provincia
Más del 80 por ciento de los minoristas al borde de la quiebra en la Provincia
El intendente Jorge Macri está haciendo declaraciones en donde expresa su pedido al gobierno provincial que lo que hoy vende un hipermercado, que ya no son solo productos de primera necesidad y además concentra la venta, representa un mayor riesgo sanitario, porque se reúne mucha gente en un solo lugar, pueda ser vendido por los pequeños comercios de barrio. Además, afirma que “en la provincia de Buenos Aires se está cometiendo una injusticia muy grande con los comercios minoristas”.
En este sentido, muchos representantes de comercios minoristas de la provincia de Buenos Aires, alzaron su voz en reclamo de mismas oportunidades y planteando la situación crítica que atraviesan.
“En concordancia con las declaraciones del intendente Jorge Macri, creo que los locales de grandes superficies ofrecen productos que no son de primera necesidad y genera desigualdad con los pequeños comercios de barrio, que deben permanecer cerrador en la cuarentena por la pandemia de Covid-19. Con protocolos respetados, creo que habría menos contagios en un comercio de barrio que en un hipermercado. No se entiende por qué las autoridades no quieren que la gente salga a comprar a los comercios vecinos a 300 metros, pero si aceptan que vayan a supermercados (en auto a 1,5 kilómetros de sus casas y con amontonamiento de gente) a comprar todo tipo de productos, muchos de los cuales están vedados a la venta al público en los locales de barrio, como ser electrodomésticos, indumentaria, juguetería, librería, blanquería, marroquinería, calzados, artículos de bazar, etcétera. Como bien dijo Jorge Macri y lo dejó planteado públicamente, se ha presentado hace dos semanas el pedido de autorización de los protocolos para la gran mayoría de los rubros de los comercios de cercanía, incluso todos los mencionados más arriba, apoyados, entre otros fundamentos, en que se cree que en los grandes comercios se produce la misma manipulación y contacto con el producto que se puede producir en comercios de cercanía, que respeta los protocolos y medidas sanitarias. El gran riesgo es que los comercios no puedan cubrir sus costos operativos. El 35 por ciento podría dejar de funcionar en dos meses, el 88 por ciento manifiesta que tendrá pérdidas en las ventas, clientes y aprobación de nuevos trabajos, el 48 por ciento dice que experimentará dificultades para pagar a sus empleados y el 16 por ciento que se verá forzado a efectuar despidos”, afirma Juan Pablo Bazán, presidente de la Cámara Empresaria de Vicente López.
Por su parte, Roberto Arévalo, presidente de la Liga de Comercio del Partido de San Martín, expresa su malestar advirtiendo que “los hipermercados están vendiendo todo lo que no es productos esenciales, y nosotros hemos presentado todos los protocolos para poder abrir los casi 11.000 comercios que están cerrados desde hace 2 meses, cuando empezó la cuarentena. El partido de San Martín aporta el 10 por ciento del Ingreso Bruto de la provincia de Buenos Aires, por lo que creemos imprescindible que se flexibilice un poco ya que la situación es muy complicada y no subsiste mucho más. No pretendemos que se extienda la cantidad de infectados y haremos uso de todas las medidas de prevención correspondiente, pero el comercio minorista se está muriendo”.
“Estoy totalmente de acuerdo con las declaraciones del intendente Jorge Macri. Desde el primer día que permitieron abrir los supermercados y dejaron que, además de los alimentos, pudieran vender otros productos no esenciales, sentí que era una tremenda injusticia que los comercios barriales no puedan abrir sus puertas. No podrán cubrir sus gastos fijos, alquileres, pago de sueldos, etcétera. Además, no recibieron ningún tipo de ayuda, con respecto a los créditos que el gobierno ofreció, porque muchos de los comercios están inscriptos como PYMES para la AFIP, pero no llegan a esa categoría para los bancos privados, que sólo les ofrecen préstamos a tasas muy altas. Además, se ha roto la cadena de pagos. Porque han venido muchos cheques rechazados que, sin poder abrir, no se pueden pagar. Las ventas se vieron disminuidas en un 50 o 60 por ciento (y gracias a que se optó por la modalidad de delivery, ventas on-line, o WhatsApp). Esto va a repercutir negativamente en la economía general de los pequeños centros comerciales a cielo abierto. En la arteria principal de Villa Adelina hay más de 200 locales, de los cuales, solo abre un 10 por ciento. Un 20 por ciento ya cerró sus puertas definitivamente y el resto espera poder abrir, con todas las medidas y recaudos necesarios, para cuidarnos de la pandemia. Debemos defender al pequeño comercio barrial, que es el que le da trabajo a la gente de la misma zona. La mayoría son atendidos por sus dueños. Y los empleados viven cerca. O sea que tampoco habría problema con el transporte”, argumenta Silvia Cattafesta, secretaria general de la Cámara Regional Empresaria Zona Norte- Plan D.
“No tiene sentido que un hipermercado pueda vender productos que venden comercios minoristas y los comercios barriales no puedan abrir sus puertas al público, porque sabemos que un hipermercado tiene mayor afluencia de gente, mayor cantidad de personal, y la verdad que no sabemos si la limpieza y desinfección es la correcta. Por suerte en Berazategui no tenemos cadenas de hipermercados, con lo cual no nos afecta directamente, pero sí ocurre que la gente se traslada a otras localidades cercanas para hacer sus compras mensuales. Los comercios que no pueden abrir para trabajar están realizando venta on-line, o a través de todas las redes sociales, pero la mayoría vieron la disminución de sus ventas en un 100 por ciento (los que tienen la posibilidad de vender por internet perciben entre un 15 a un 20 por ciento de sus ganancias habituales). Locales de indumentaria, relojería, talleres, zapaterías, decoración, estacionamientos, talleres de aire acondicionado y calefacción, automotores, inmobiliarias, seguros, salones de belleza, peluquerías, perfumerías, artículos del hogar, casas de fotografía, lavaderos, pinturerías, por nombrar algunos, no tienen prácticamente ingresos, pero deben seguir pagando alquiler, impuestos, proveedores, etcétera. En nuestra localidad, según una encuesta realizada en la zona céntrica, sobre 420 locales, un 65 por ciento tiene prohibida la venta al público y 35 locales ya decidieron cerrar”, finaliza Alberto Bloise, presidente del Centro Comercial e Industrial de Berazategui.
“Es necesario levantar las persianas de los comercios lo antes posible. Estamos observando que, si esta situación continúa así, sin poder trabajar, llegaremos a un punto crítico donde estaremos obligados a cerrar nuestros comercios lo cual generaría la pérdida de miles de puestos de trabajo. Estamos de acuerdo con las medidas tomadas hasta el momento y las acatamos como corresponde, pero también vemos que ya es mucho tiempo y se hace insostenible pagar impuestos, sueldos etcétera. Además de acarrear temas de salud debido a la incertidumbre. La prioridad es no propagar el virus que nos aqueja, pero también necesitamos abrir los locales para poder retomar las ventas. Estamos a la altura de las circunstancias para aplicar los protocolos que nos corresponden a la brevedad. No estamos en contra de nadie que trabaje bajo la Ley, pero queremos que sea parejo para todos”, reclama Mónica Padua, presidente de la Cámara de Comercio de Don Torcuato.